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'The Leftovers' 3x08: Sueños (y series) para recordar
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'The Leftovers' 3x08: Sueños (y series) para recordar

martes 06 de junio de 2017, 12:38h
'The Leftovers' se ha despedido por todo lo grande, con un capítulo final que, desde ya, la mete de lleno en el canon de imprescindibles de esta edad de oro de la televisión. El adiós ha venido con una actuación descomunal por parte de Carrie Coon y una loa al amor, como única solución al dolor de la pérdida.

((ATENCIÓN SPOILERS))

'The Leftovers' siempre ha sido una serie que ha tratado sobre una de las preguntas que han definido a la humanidad desde el inicio de los tiempos. Básicamente, desde el momento en el que un mono se preguntó "¿a dónde vamos cuando morimos?" y pasó a ser humano. Por supuesto, la serie no ha respondido a una pregunta que nos sigue desde que somos lo que somos. Eso era algo que se sabía desde el principio y Damon Lindeloff no se ha cansado de repetir que esta no era una serie sobre qué había ocurrido con los 130 millones de desaparecidos, sino sobre cómo los que se quedaban lidiaban con ello. Es una serie sobre cómo afrontar la pérdida de seres queridos, una serie sobre la muerte y los fantasmas que deja en las vidas de los que no mueren. Como tal es una serie que se ha basado en las emociones, no en explicar los misterios de la vida. Sobre personajes, más que sobre tramas. Con esos personajes intentando lidiar con el hecho de que viven en un mundo en el que sus seres queridos pueden desaparecer en cualquier momento sin ninguna explicación. Básicamente como el mundo en el que habitamos.

El capítulo ha comenzado de manera espectacular con Nora a punto de entrar en esa máquina que supuestamente le va a llevar al otro lado, al lugar donde se encuentran sus hijos, junto al otro 2% de la población que desapareció repentinamente. Su despedida de Matt ha vuelto a ser muy emocionante, sobre todo porque Matt también se está muriendo, el arco de este personaje ha sido uno de los más interesantes de toda la serie y su aceptación de que no tiene todas las respuestas ha sido una de las más brillantes. Pero la verdadera protagonista ha sido Nora, una Carrie Coon a la que ya pedía todos los premios posibles desde el segundo capítulo de esta temporada. Su forma de entrar en la máquina, su mirada, su fragilidad y, a la vez, la firmeza de su convicción, todo es escalofriante, pero justo en el momento en el que la máquina está a punto de llenarse con ese extraño líquido, cambiamos de plano y pasamos a ver la escena que ya aparecía en el epílogo del primer capítulo de la temporada, una envejecida Nora, ahora haciéndose llamar Sarah, es preguntada por si conoce a alguien llamado Kevin.

A pesar de que vuelve a decir que no, ahora confirmamos que, evidentemente, sí lo conoce y se acuerda de él. Cuando este aparece en su puerta y se presenta sin parecer recordar todo lo sucedido entre ellos, parece como si Lindeloff nos estuviera metiendo de lleno en una especie de realidad paralela o algo parecido. Cuando Nora llama a Laurie por teléfono, la misma Laurie a la que habíamos dejado a las puertas del suicidio, suenan todas las alarmas ¿No nos estará metiendo Lindeloff una vez más en el limbo? ¿Han muerto todos y es un sueño? En la boda suena el 'I've got dreams to remember' de Otis Redding (habría que hacer un especial sobre la música en 'The Leftovers') y ya no sabes qué pensar. 'The Leftovers' ha sido tal cataclismo de emociones que cualquier explicación podría valer. Al final, lo que pasa no puede ser más sencillo, Laurie no se suicidó, Kevin estaba contando una historia falsa y Nora es ella misma y sigue estando en el mundo que siempre hemos habitado, solo que unos 20 años más vieja. No ha habido fin del mundo, no ha habido nuevas súbitas desapariciones y el mundo ha seguido dando vueltas sobre sí mismo.

¿Creer o no creer?

Kevin la ha estado buscando todo este tiempo, incapaz de creerse que se hubiera ido. Si algo le quedó claro tras el último episodio es que no era ni más ni menos elegido que ningún otro ser humano y que si volvió a pasar por esa experiencia fue para encontrar a Nora. Matt murió de su enfermedad tras haber hecho las paces con Marie, Laurie sigue viviendo con John, sus hijos están bien y su padre sigue vivo. Todos, más o menos, han rehecho su vida. Tras contarle la verdad, lo único que nos falta por saber es la historia de Nora. En un nuevo y maravilloso monólogo por su parte le cuenta a Kevin que sí que consiguió pasar al otro lado. Era un reflejo exacto de este mundo pero allí no había desaparecido el 2% de la población mundial, sino el 98%. Era un mundo de vacíos, en el que no quedaban casi pilotos y la gente había perdido a la gran mayoría de sus seres queridos. Al final encontró a su familia, sus hijos habían crecido y estaban bien, su marido se había vuelto a casar y todos parecían felices. En un mundo de huérfanos ellos eran los afortunados, todavía se tenían los unos a los otros. Si ella era en este mundo Nora 'la maldita', ellos eran los bendecidos en ese otro. Fue allí cuando se dio cuenta de que era un fantasma en esa realidad, de que no pertenecía allí. Buscó al inventor de la máquina y, mucho tiempo después, consiguió que este la devolviera a esta dimensión. Quiso buscar a Kevin pero pensó que este nunca la creería.

Es una magnífica historia pero no queda claro si no es más que eso, una historia, una como la que se había inventado Kevin en el momento en el que se reencontraron. La puedes creer o no, no hay un solo plano que lo demuestre. Como el propio Lindeloff ha comentado la serie se ha basado en gente contándole a otra gente sus historias pero nunca ha habido evidencias que sustentaran esas historias. Lo importante es cómo esos personajes reaccionan a esas historias y Kevin lo hace aceptándola, los dos han pasado por mucho pero, al final, han sabido aceptar su dolor y su pérdida para comprender que lo mejor que pueden hacer es estar juntos. El plano final nos enseña a las palomas de Nora volviendo a casa pero no a los desaparecidos. Los que se han ido no vuelven y poco se puede hacer por ellos más que lamentar su pérdida. Pero si algo nos ha enseñado 'The Leftovers' es que además de lamentar a los que nos están también hay que saber querer y apreciar a los que se quedan.

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