La teoría de la conspiración rusa llega a España con la trama propagandística catalana

martes 14 de noviembre de 2017, 08:51h

Los ministros de Exteriores de la Unión Europea, reunidos en Bruselas, coincidieron ayer en dedicar más recursos para combatir la injerencia rusa. El titular español de Exteriores, Alfonso Dastis, alertó a sus colegas europeos de esos intentos de desestabilización en España, en relación con la situación en Cataluña.

Tras la reunión de Bruselas, Dastis dijo que España tiene "muchos indicios" de que episodios como la visita de Oriol Soler, uno de los principales ideólogos del proceso independentista catalán, a Julian Assange "tratan de intervenir, manipular y afectar a lo que debe ser el desarrollo democrático natural en Cataluña".

La ministra de Defensa, Dolores de Cospedal, dijo que el objetivo de las acciones de desinformación era el de "desestabilizar". Cospedal confirmó que estas informaciones "vienen de territorio ruso" y otras "repicadas de territorio venezolano". Por su parte, Dastis dijo que no consta formalmente que "el Gobierno ruso esté detrás de esto", pero se sabe que "este tráfico viene de redes que tienen su punto de propagación en Rusia".

Por su parte, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, consideró que no es casual que "todas las actividades para el apoyo a la independencia de Cataluña se canalizaran en las redes sociales por las mismas vías que otros movimientos claramente antieuropeos como el Brexit o el populismo de extrema derecha". En una entrevista en el diario económico alemán Handelsblatt, Rajoy dijo que "en las cuentas españolas de Twitter sobre el tema catalán había muchos perfiles falsos". "Más del 50% están registrados en Rusia y un 30% en Venezuela", indicó el presidente del Gobierno.

En estas teorías de la conspiración en torno a Rusia se asegura que Donald Trump ganó como una acción estratégica en las redes sociales y en los medios contra Hillary Clinton, la candidata demócrata. Además, también se asegura que la opción del Brexit ganó en Reino Unido por estas injerencias, así como otros avances de partidos ultras en Europa para desestabilizar la región.