Ante la convocatoria urgente del Pleno del Parlament para intentar investir a Jordi Turull, antes de su citación en el Tribunal Supremo, la CUP ha decidido celebrar un Consejo Político Extraordinario para revisar su postura. Debían decidir si sus 4 diputados, o al menos los 2 necesarios, votaban a favor o en contra de la investidura de Turull, y finalmente los 4 se abstendrán.
Con esta decisión, los anticapitalistas dan portazo a las aspiraciones de JxCat y ERC que veían más cerca la investidura de Turull y la formación del nuevo Govern. Para la investidura del presidente de la Generalitat en primera votación, es necesario el voto favorable de la mayoría absoluta de la Cámara, para lo cual eran necesarios, al menos 2 votos favorables de la CUP.
La formación anticapitalista ya ha comunicado su decisión a JxCat y ERC, a quienes ha telefoneado tras la reunión del Consejo.
"No podemos condicionar nuestra acción política a la acción de represiva del Estado. Desde el primer momento, dijimos que había que continuar con un programa de gobierno para esta legislatura que fuera valiente y diera continuidad al mandato del 1-O. En este sentido, y como la CUP ya expresó en su consejo político del 3 de marzo, la propuesta de programa de gobierno de JxCat y ERC no avanza en la construcción de medidas republicanas ni sociales, que respondan a los derechos y necesidades de la clase trabajadora y del resto de clases populares", argumentan.
Para la CUP, el Estado español "quiere condicionar la acción política a través de la Justicia, y eso no lo podemos permitir. Hay que coordinar la acción antirepresiva para que nos haga más fuertes políticamente, pero esto no significa hacer política a golpe de citación del juez Llarena".
"Reiteramos que la convocatoria del pleno de investidura fue una decisión de ERC y JxCat y que la CUP-CC no participó", concluye su comunicado.
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