"ETA, organización socialista revolucionaria vasca de liberación nacional, quiere informar al Pueblo Vasco del final de su trayectoria", arranca el comunicado ETA, que deja claro, eso sí, la disolución del "conjunto de sus estructuras". Hablando en tercera persona, en su habitual tono de solemnidad, afirma: "ETA da por concluida toda su actividad política".
La organización terrorista recuerda que seguirá "la lucha por una Euskal Herria reunificada, independiente, socialista, euskaldun y no patriarcal en otros ámbitos", aunque ya por vías políticas y sin acciones armadas. Tampoco habla de desarme ni de la entrega de sus miembros aún activos o perseguidos por las fuerzas de seguridad del Estado.
El anuncio de ETA dice dar fe de las siguientes consecuencias: asegura haber desmantelado "el conjunto de sus estructuras", da "por concluida toda su actividad política" y asegura que nunca más se pronunciará políticamente ("no será más un agente que manifieste posiciones políticas, promueva iniciativas o interpele a otros actores").
En cambio, informa de que "los y las ex militantes de ETA continuarán con la lucha por una Euskal Herria reunificada, independiente, socialista, euskaldun y no patrialcal en otros ámbitos, cada cual donde lo considere más oportuno, con la responsabilidad y honestidad de siempre".
Haciendo mención a sus orígenes, recuerda que "ETA nació cuando Euskal Herria agonizaba, ahogada por las garras del franquismo y asimilada por el Estado jacobino, y ahora, 60 años después, existe un pueblo vivo que quiere ser dueño de su futuro, gracias al trabajo realizado en distintos ámbitos y la lucha de diferentes generaciones".
Sostiene que su actual anuncio es "consecuencia lógica tras la decisión adoptada en 2011 de abandonar definitivamente la lucha armada", y vuelve a cargar contra España y Francia, que a su juicio, "se obstinan en perpetuar dicho ciclo, conscientes de su debilidad en la confrontación estrictamente política y temerosos de la situación que provocaría una resolución integral del conflicto".
Es importante que no designa a ningún partido como 'heredero' de sus tesis políticas, pero se sobreentiende que lega a la izquierda abertzale su meta soberanista: "El independentismo de izquierdas trabajará para que ello conduzca a la constitución del Estado Vasco". "ETA surgió de este pueblo y ahora se disuelve en él", presume en su final, pero no se disculpa ante las víctimas ni acepta su derrota.