La exhumación de Franco amenaza con convertirse en un 'culebrón' de tribunales, pese a la colaboración de la Iglesia

La Iglesia no pondrá cortapisas a la exhumación de Francisco Franco que pretende poner en marcha antes del mes de agosto el Gobierno de Pedro Sánchez, pero sí la familia, tal y como avanza este viernes el diario 'La Razón'.

El portavoz de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo, dio cuenta el jueves de la reunión entre el cardenal Ricardo Blázquez con el ejecutivo del PSOE en la que la Iglesia anunció su neutralidad en el proceso. "La decisión no nace de la Iglesia ni le corresponde a ella decidir", aseguró Tamayo relegando el resultado final al ámbito político y familiar.

Sin embargo, los Franco ya han avanzado que tomarán acciones legales contra los pasos que vaya dando el ejecutivo con el fin de que los restos del dictador no se muevan de la basílica del Valle de los Caídos. Unos recursos que podrían paralizar o retrasar la extracción de los restos si así lo indican los tribunales.

Por qué está enterrado allí Franco

Francisco Franco Bahamonde​ fue uno de los impulsores, junto a otros altos cargos de la cúpula militar, del golpe de Estado de 1936 contra el Gobierno democrático de la Segunda República. Al fracasar dicho golpe, se desató una guerra civil. Franco ejerció como caudillo de España, como jefe de Estado, desde el término del conflicto (1939) hasta su fallecimiento en 1975. Su tumba se encuentra en la cripta de la basílica del Valle de los Caídos. A su lado está la de José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange Española.

Contrariamente a lo que se ha solido afirmar, la basílica del Valle de los Caídos no fue concebida como mausoleo para el dictador, según su única hija Carmen Franco Polo, asegurando que su padre nunca manifestó donde quería ser inhumado.

Rufo Gamazo Rico, asesor y amigo personal de Carlos Arias Navarro, presidente del Gobierno durante la dictadura franquista y la Transición, confirmó que "semanas antes de la muerte de Franco, el presidente Carlos Arias preguntó a la hija del jefe del Estado, Carmen Franco Polo, si la familia tenía alguna previsión sobre el lugar de enterramiento de su padre: "Ninguna", respondió Carmen Franco Polo".

Así pues, la decisión de enterrarlo en el Valle la tomó el gobierno de transición, decisión ratificada por el rey Juan Carlos I,​ quien pidió permiso por escrito al padre abad para que lo consintiera.

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