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Pablo Casado o la regeneración del PP y ganar las elecciones a Pedro Sánchez

miércoles 11 de julio de 2018, 19:31h

No soy del PP, sino un liberal de toda la vida, aunque he escrito 'La historia del PP' en cinco tomos, más de 5.000 páginas, desde la Constitución de 1812 a la muerte de Franco el 1º, Adolfo Suárez y la UCD el 2º, Felipe González y el PSOE el 3ª, José M.ª Aznar y el relanzamiento de AP al PP el 4º y el 5º Zapatero Rajoy hasta 2011. En realidad, escribí la Historia del Centro derecha español, con especial incidencia en el papel de los liberales, sobre todo en la época de Adolfo Suárez, pues fui yo quien inventé y organicé el Centro Democrático, al principio presidido por José M.ª de Areilza, a quien echó Adolfo Suárez para ponerse él, después de la presentación de la coalición de partidos de centro moderados en Alicante, en el Teatro Principal con el nombre de Centro Democrático en Marzo del 77, que personalmente financié, y que me nombro Presidente del comité de Organización por el éxito obtenido, llenando el teatro y saliendo en todas las radios y televisiones, bajo su secretario General Pío Cabanillas.

Con Adolfo Suárez tuve cinco discusiones, al no estar de acuerdo, con que le cambiara el nombre por UCD, que fuera un partido único y no una coalición, que no me gustaba la Ley d'Hondt, y que se necesitaba una ley de democracia interna de los partidos, además de que la Constitución y el Rey fueran votados en sendos referéndums y no en un solo cuerpo doctrinal. Al final me harté, y a pesar de ser el nº 1 para Alicante, presenté la dimisión advirtiéndole de los riesgos en que incurría, el principal el desorden, que habría en un partido único, con liberales, demócrata cristianos y socialdemócratas que acabarían matándose entre sí, como así ocurrió.

Luego me llamó, para decirme que tenía razón y que me encargaba profesionalmente organizar el partido desde mi empresa Bernard Krief S.A, trabajando para el secretario General Rafael Arias Salgado. Organicé su 1º Congreso y diseñe su libro Blanco 'La solución a un reto', como consecuencia del desorden volví a dimitir, y este solo les llevó al fracaso en el Congreso de Palma de Mallorca, previa dimisión de Adolfo, en enero del 81. Yo no quería ser sino diputado del Partido Liberal que presidí, con la gaviota como emblema, no lo fui, me marché con Joaquín Garrigues y luego con Antonio, en tanto la gaviota con el PL se incardinaba en AP.

De forma, que no solo por haber escrito la Historia del PP, sino por mi experiencia electoral y de manejo de los partidos, digo que el PP o se regenera, o no habrá ilusión para seguir adelante como ha dicho María San Gil, es el centro derecha, pero el Gobierno Rajoy al que representa Soraya Sáenz de Santamaría, ha perdido las esencias que le hicieron ganar las elecciones de 2011 y perder la moción de censura de Pedro Sánchez, además de meternos en el problema catalán hasta las cachas. Eso es Soraya, más de lo mismo, y sus pobres argumentos de que tiene que ser una mujer, porque había dos y que le va a ganar a Sánchez, para compararse solo con el presidente actual, no pueden nada contra los argumentos regeneracionistas de Pablo Casado, a quien conozco muy bien, pues le nombré vicepresidente siendo yo Presidente del Club Liberal Español.

Las primarias del PP concluyen con la votación de Soraya de 21.513 votos, Casado con 19.997 y Cospedal 15.050, el resto ya muy lejos, quedan pues dos candidatos Soraya y Pablo Casado de acuerdo con las reglas. Sin embargo, y a pesar de no ser un proceso genuino (podría darse la circunstancia de que el más votado por los militantes no logre el aval de la mayoría de los compromisarios al Congreso), la apelación a las bases para elegir al líder de la organización ha supuesto un indudable revulsivo democrático una vez que Alberto Núñez Feijóo renunció. Sin embargo, la sorpresa salto cuando Pablo Casado decidió dar un paso al frente y disputar el liderazgo a las dos poderosas candidatas.

El joven diputado por Ávila (cumplió 37 años el pasado 1 de febrero) representa la única posibilidad, entre los candidatos que se han presentado, para que en el PP se produzca un cambio real. Ni Cospedal, ni Sáenz de Santamaría suponen una ruptura con la etapa de Mariano Rajoy. Casado no participó en el gobierno. Tiene menos ataduras con el pasado que Cospedal y Santamaría y la corrupción (Gürtel) y garantiza mejor que ninguna de ellas la integración y la unidad del PP después del Congreso.

Casado sabía que no contaba con los aparatos locales y regionales del partido, ni con la fuerza que da el estar rodeado de un equipo de exministros, y, pese a todo, decidió lanzarse a la aventura. Un político, al margen de ideales, tiene que ser valiente y Casado ha tenido el arrojo de postularse, sabiendo que tenía muy pocas posibilidades de éxito. Ha acertado con la idea fuerza de su campaña (“Si yo gano, nadie pierde”) porque su candidatura es la que tiene mayores posibilidades de integración en un Congreso en el que es muy probable que ninguno de los dos finalistas consigan una mayoría aplastante. Casado puede contar con Cospedal y Santamaría, así como con sus potentes equipos. Cosa que ninguna de las dos candidatas puede hacer entre sí, así opina El Independiente.

Casado, al contrario que Cospedal y Santamaría, ha marcado con nitidez el terreno ideológico donde quiere situar al partido. Es, probablemente, el más conservador de los tres que son socialdemócratas camufladas, pero el afiliado al PP es mucho más conservador que el votante y, por tanto, se reconoce mucho mejor con un ideario que apela a valores tradicionales como la familia, la unidad de España, la bajada de impuestos, el adelgazamiento del estado, la libertad del individuo, etc. En definitiva el credo del centroderecha que puede aliarse con Ciudadanos que está el ALDE(Alianza de Demócratas y Liberales europeos como yo a titulo personal.

El ganador de las primarias (y esperemos que también del Congreso extraordinario) tiene una difícil tarea por delante y muy poco tiempo para demostrar que es el más idóneo para ganar las próximas elecciones generales. Primero tiene que cohesionar al partido y luego ponerlo a punto para lograr un buen resultado en las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2019.

Si el PP fracasa, el liderazgo del recién elegido presidente del partido se pondrá en cuestión y esa será la oportunidad para que Núñez Feijóo se reincorpore a la carrera. A la inversa, si el ganador de las primarias logra mejorar los resultados del PP en 2015, se habrá consolidado y el presidente gallego tendrá que enterrar para siempre sus aspiraciones. La suerte está echada. Casado no es perfecto, nadie lo es. Es liberal y un punto inexperto. Sin embargo, es la mejor opción de cambio en el PP, que en otro caso si ganara Soraya, con sus triquiñuelas de partido, se hundirá en el abismo.

Bernardo Rabassa

Presidente de clubs y fundaciones liberales. Miembro asociado de Alianza Liberal Europea (ALDE). Premio 1812 (2008). Premio Ciudadano Europeo 2013. Medalla al Mérito Cultural 2015. Psicólogo social. Embajador de Tabarnia. Presidente del partido político constitucionalista Despierta.

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