El Gobierno admite que no sabe cómo pagará la subida de las pensiones porque Rajoy no dejó dotación presupuestaria

El Gobierno socialista ha admitido que no sabe cómo pagará la subida de las pensiones fijada en un 1,6% este año porque la anterior administración, la de Mariano Rajoy, no dejó dotación presupuestaria para ello. Es lo que reconoce secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granados, quien dijo 2018 será "un año de tensiones financieras".

"Se podría decir que hemos recibido una herencia un poquito dañada" admitió Granados en rueda de prensa tras ofrecer los datos de la Seguridad Social de agosto, añadiendo que "tenemos una obligación de hacer unos gastos para los cuales no tenemos consignación presupuestaria". "No me gusta mucho hablar de herencia, pero esta es la realidad y lo que debemos poner en conocimiento del Pacto de Toledo", reconoció.

Ante las manifestaciones y concentraciones masivas en varias ciudades del país, el Gobierno del PP pactó con el PNV una subida de las pensiones del 1,6% para este año y del 1,5% para el año que viene, 2019, pero no habrá una dotación presupuestaria para hacer frente a los pagos de este incremento. Estaríamos hablando de 1.500 millones de euros sólo para este año y en total 3.300 millones teniendo en cuenta los dos años.

Ahora el Gobierno socialista de Pedro Sánchez aún busca cómo pagarlo. Ha propuesto varios impuestos nuevos, como el de la banca, que finalmente ha caído en saco roto, y también el de la tasa a las transacciones bancarias, menos discutible pero también delicado de fijar. Asimismo, se ha planteado una alternativa, una tercera idea que pasaría por un impuesto especial a las grandes empresas tecnológicas que operan en nuestro país. Un viejo proyecto en realidad de la era Rajoy que no se puso en marcha y con el que se esperaba recaudar más de 2.00 millones en un periodo de dos años.

La realidad es que la solución más probable pase por que este aumento de las pensiones comprometido con la sociedad española se financie con más deuda, lo que hará incrementar el déficit y podría perjudicar la imagen de solvencia de nuestro país en los mercados.

Granados señaló, por otra parte, que el descenso de la ocupación en agosto indica una "leve desaceleración" de la economía y una "ralentización" del ritmo de crecimiento. No obstante, incidió en que se trata de una caída habitual en los meses de agosto por la estacionalización de la economía española, en la que sectores como el turismo y la hostelería tienen "cada vez mayor peso".