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Con Soraya se esfuma también la posibilidad de ver por fin una mujer al frente del Gobierno
(Foto: PP)

Con Soraya se esfuma también la posibilidad de ver por fin una mujer al frente del Gobierno

martes 11 de septiembre de 2018, 10:51h

La renuncia de Soraya Sáenz de Santamaría tiene mucha más relevancia política para nuestro país de lo que parece, ya que ha sido en mucho tiempo la primera mujer con posibildades reales de ser presidenta del Gobierno, por tanto, de ser la primera mujer al frente del Ejecutivo.

La ex vicepresidenta comunicaba a Pablo Casado, con quien perdió la contienda fundamental para ese objetivo, su voluntad de "abandonar la actividad política y emprender otra etapa". Al parecer, se dedicará a la actividad privada en una gran empresa que la pagará bien por su criterio y sus servicios.

La que pudo ser sucesora de Rajoy tras años como su mano derecha renuncia ante la imposibilidad de representar un sector de poder e influencia en un PP que la dio de lado o que la dio la espalda, como se prefiera, pero que en todo caso, optó por la vía dura de Casado y el ala más conservadora.

Esperanza Aguirre y Rosa Díez

Otras candidatas con posibilidades a ser la primera presidenta fueron mujeres como Esperanza Aguirre o Rosa Díez, pero siempre con muchos impedimentos para esa meta. La primera nunca consiguió batir a Rajoy tras la etapa de Aznar y al final su imagen se difuminó en la política madrileña, donde acabó escaldada y saliendo por la puerta de atrás por los casos de corrupción que la rodeaban.

En el caso de la vasca Rosa Díez, lideró UPyD con buenos resulados en sus primeros años, pero nunca tuvo una posibilidad real de llegar a ser gobierno, ya que era una formación joven y poco apoyada. En sus mejores tiempos logró 5 escaños, en las generales de 2011. Su empecinamiento en no fusionarse con Ciudadanos le costó su futuro político.

Susana Díaz e Inés Arrimadas

La sevillana Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, sí que fue la mujer con más posibilidades reales de ser presidenta del Gobierno central si hubiera conseguido, eso sí, imponerse a Pedro Sánchez en las primarias socialista. Muy influyente en el PSOE, logró desbancar al ahora máximo mandatario español, pero un meses después perdió las elecciones internas. Plegada ya a su destino, se limita a aspirar a retener la presidencia andaluza, tarea que no será fácil esta vez.

Inés Arrimadas representa otro caso. Es el futuro. Ciudadanos, partido casi autocrático, creado en torno a la figura de Albert Rivera, no parece un lugar adecuado para que otro candidato aspire a reemplazar al presidente del partido naranja, pero si hay alguien con posibilidades, sin duda es Arrimadas, que tiene el honor de ser la primera mujer política que ha ganado las elecciones catalanas. Si algún día diera el salto a la política nacional, se la augura un futuro sin límites, pero siempre a la sombra de Rivera.

Otros partidos

En otras formaciones también los liderazgos son cosa de hombres. En Podemos, como en Ciudadanos, todo gira en torno a la figura de un varón, Pablo Iglesias, en su caso. Incluso la única persona que le hizo sombra fue otro hombre, Iñigo Errejón, con resultados negativos ya conocidos. Su pareja, Irene Montero, no es por hoy aspirante a secretaria general de la formación, aunque no se descarta nada. Izquierda Unida, último de los grandes partidos nacionales, tampoco tiene una mujer en sus primera líneas. Alberto Garzón ejerce de líder indiscutible y no hay candidatos, y menos candidatas, a suplirle en los próximos tiempos.

En otros partidos sí hay mujeres al frente, pero sin posibilidades realistas de aspirar a ser presidenta del país. Por ejemplo, desde año Silvia Barquero arrasa en la calle con su partido animalista Pacma, la formación extraparlamentaria más importante, y que en las últimas generales consiguió sumar casi 300.000 votos. Pero a poco puede aspirar más la candidata animalista, salvo a algún milagroso escaño suelto que se produjera en las próximas elecciones. En otros partidos tampoco hay más mujeres al frente, salvo en formaciones autonómicas y regionales como Compromís -con Mónica Oltra- o Catalunya En Comú -con Ada Colau-, pero de momento sólo apuestan por hacer política en sus territorios.

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