Un centenar de detenidos en Francia en las protestas de los 'chalecos amarillos'

Tras cuatro semanas de protestas de los 'chalecos amarillos', que comenzaron exigiendo el fin de la subida de impuestos a los carburantes, el presidente francés Emmanuel Macron declaró el "estado de emergencia", y anunció un paquete de medidas para intentar frenar las protestas. Sin embargo, por quinto sábado consecutivo, unas mil personas han vuelto a salir a las calles de París, concentrándose principalmente en los Campos Elíseos para reclamar mejoras sociales así como la dimisión de Macron.

El pasado lunes, tras un agitado fin de semana en el que más de 1.300 personas fueron detenidas, Macron reconoció que la ira "es justa" y aludió a los "trabajadores que no llegan a final de mes", a los "jubilados enfadados", a las madres solteras "que no tienen con quien dejar a sus hijos". Lamentó que los "más frágiles no tienen su reconocimiento en esta sociedad" y que "el problema es que nos hemos acostumbrado a ello".

"Asumo mi responsabilidad", dijo, y admitió que su Gobierno "no ha sabido dar una respuesta rápida", por lo que anunció un paquete de medidas de choque. La principal es la subida del salario mínimo en 100 euros mensuales en 2019, "sin que le cueste nada a los empresarios", el pago de las horas extra y de las primas de final de año exentas de impuestos y la anulación de la subida impositiva prevista para el próximo año para los pensionistas que cobren menos de 2.000 euros mensuales.

Estas medidas no han terminado de satisfacer las demandas de los 'chalecos amarillos', que exigen la dimisión de Macron así como mejoras sociales significativas.