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Beneficios del yoga para embarazadas
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(Foto: Pixabay)

Beneficios del yoga para embarazadas

Los beneficios del yoga para las embarazadas son muchos y muy variados. Se pueden encontrar un taller de Yoga en Madrid y otras ciudades con facilidad. Es normal que surja la duda durante el embarazo sobre qué ejercicios y deportes pueden practicarse con seguridad y cuáles no. El yoga no solo es una excelente manera de mantenerse en forma y de mantener el tono muscular sino que aporta una serie de ventajas para la embarazada durante el desarrollo del bebé y el parto.

Beneficios del yoga durante el embarazo

Mantenerse en forma es posible durante el embarazo y, además, altamente recomendable. Para ello, el yoga es con frecuencia reconocido como el mejor tipo de actividad para las embarazadas por sus grandes beneficios.

En primer lugar, mantiene y mejora el tono muscular. Debido al aumento de la barriga, a medida que el bebé se desarrolla, y de los pechos la tensión muscular de la espalda se incrementa. El yoga fortalece y tonifica los músculos y ayuda a prevenir dolores de espalda, permitiendo corregir la mala postura y mejorando el equilibrio. También se trabajan los músculos del suelo pélvico, encargados de sostener las vísceras y al feto, y se mejora la flexibilidad a nivel general. De esta forma se conseguirá una condición física perfecta para el momento del parto.

Por otro lado, muchas mujeres sienten estrés, ansiedad e incluso depresión durante esta etapa de su vida. Los ejercicios de respiración permiten una relajación profunda y mejoran considerablemente la agitación mental. Se favorece el flujo de oxígeno hacia el bebé y se consigue una al conexión muy íntima con él.

Un tipo de ejercicio para cada etapa

Debes saber que no todas las posturas o asanas son recomendables dependiendo del estado de desarrollo del bebé. Se desaconsejan aquellas que se realicen acostada y las que requieran mucho esfuerzo, especialmente en la zona abdominal. Nunca hay que forzar el cuerpo y se debe parar ante cualquier tipo de malestar. Los ejercicios han de estar siempre adaptados para cada etapa del embarazo:

  • Primer trimestre. Durante el primer trimestre es normal que sientas náuseas, mareos, dolores de cabeza y otros síntomas. Para esta etapa se recomiendan posturas relajadas enfocadas sobre todo en los ejercicios de respiración para combatir los síntomas mencionados. Se trabajarán principalmente asanas en suelo para prevenir caídas producidas por mareos.
  • Segundo trimestre. Durante esta etapa, el bebé comienza a crecer y conviene realizar los ejercicios más intensos, orientados a fortalecer los músculos de la espalda y las piernas. La postura del gato, por ejemplo, permite estirar las regiones lumbares y escapulares de forma segura y con la postura del guerrero mejoraremos la elasticidad general y fortaleceremos el tren inferior.
  • Tercer trimestre. En esta fase del embarazo el peso ha aumentado considerablemente y con este las dolencias musculares. También se intensifican los miedos, inseguridades y agitación mental puesto que el parto está ya próximo. Las asanas que requieren una apertura de cadera como el loto o la mariposa permitirán preparar el suelo pélvico y una mayor relajación.
El yoga para las embarazadas es, en definitiva, una práctica ideal que las ayudará a lo largo de todo el desarrollo del bebé a sentirse mejor física y mentalmente y para el momento del parto.
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