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El Vaticano podría lavarse las manos: la exhumación de Franco, cuestión interna española

El Vaticano podría lavarse las manos: la exhumación de Franco, cuestión interna española
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(Foto: Kike Rincón / Mdo)
domingo 06 de enero de 2019, 11:04h

El Vaticano señaló ayer que no tiene nada que aportar al conflicto sobre la exhumación de los restos de Francisco Franco, que ha entrado en una nueva fase tras la negativa del abad del Valle de los Caídos a permitir al Gobierno el acceso al templo en que está enterrado el dictador.

En respuesta a preguntas de periodistas españoles, el portavoz interino de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, confirmó a través de una nota que el Vaticano mantiene su intención de permanecer ajeno a la disputa: "Sobre el traslado de los restos de Franco no tengo nada que agregar con respecto a lo ya afirmado por la Santa Sede, o sea, que el asunto concierne a su familia, al Gobierno español y a la Iglesia local".

La declaración del portavoz vaticano se produce después de que esta semana el Gobierno anunciara que se dirigirá a los superiores del prior del Valle de los Caídos, después de que éste se negara a conceder el permiso para exhumar el cadáver de Franco hasta que su familia no agote la vía judicial, a la que ha recurrido para impedir el traslado de sus restos.

Por qué está enterrado allí Franco

La tumba de Francisco Franco Bahamonde se encuentra en la cripta de la basílica del Valle de los Caídos. A su lado está la de José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange Española.

Contrariamente a lo que se ha solido afirmar, la basílica no fue concebida como mausoleo para el dictador, según su única hija Carmen Franco Polo, asegurando que su padre nunca manifestó donde quería ser inhumado.

Rufo Gamazo Rico, asesor y amigo personal de Carlos Arias Navarro, presidente del Gobierno durante la dictadura franquista y la Transición, confirmó que "semanas antes de la muerte de Franco, el presidente Carlos Arias preguntó a la hija del jefe del Estado, Carmen Franco Polo, si la familia tenía alguna previsión sobre el lugar de enterramiento de su padre: "Ninguna", respondió Carmen Franco Polo".

Así pues, la decisión de enterrarlo en el Valle la tomó el gobierno de transición, decisión ratificada por el rey Juan Carlos I,​ quien pidió permiso por escrito al padre abad para que lo consintiera.

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