www.diariocritico.com

Mi amigo liberal Pablo Casado

miércoles 23 de enero de 2019, 14:17h

Conocí a Pablo Casado en el Club Liberal Español del que fui presidente desde su fundación en 2007 hasta 2013. Tuve la impresión de que era una persona de singular valía, por lo que le propuse y nombré vicepresidente del Club, en lo que se demostró de suma eficacia. Sabía de sus relaciones con José M.ª Aznar y Esperanza Aguirre, y de su pertenencia a la Fundación FAES y he seguido con particular interés su actividad en el PP desde que se presento a candidato a presidente, hasta las recientes elecciones andaluzas y la aun mas actual Convención del PP.

Mi interés además es, porque soy autor de la Historia del PP en V Tomos de la editorial Aracena, cubriendo el desarrollo del Centro derecha español desde 1812 a la muerte de Franco el I tomo, el II en tiempos de Adolfo Suarez, el III Felipe González, el IV José María Aznar y el V Zapatero-Rajoy hasta 2011. No pertenezco al PP, aunque en tiempos ayude por mi especialidad como sociólogo de la Salud al Comité Nacional de Sanidad del Partido, siendo como soy liberal, miembro del partido europeo ALDE (Alianza de liberales y demócratas) al que pertenece también Ciudadanos.

Hace pues unos días recibí de Hazte oír, una petición para que la Convención del PP contuviera reivindicaciones que en principio me parecían justas por lo que firmé, el manifiesto. Me ha sorprendido después la contestación de Hazte oír y de Ignacio Arsuaga al contenido real de la convención, titulado una convención decepcionante con una carta acompañante cuyo contenido es: Hola Bernardo: Decepcionante.

“No podría darle otro calificativo a la Convención del Partido Popular del pasado fin de semana. En esos tres días, creía que Pablo Casado iba a inaugurar una nueva era dentro del partido caracterizada por el rearme ideológico. ¿Rearme ideológico? A pasar de puntillas sobre las cuestiones verdaderamente espinosas o directamente ignorarlas no se le puede llamar rearme ideológico. Pablo Casado venía cargado de buenas intenciones, pero hay muchos pesos pesados dentro del partido que se resisten a abandonar los tics progresistas del PP de Rajoy. Que los españoles son y deben ser iguales ante la ley, por encima de las etiquetas que los “colectivizan” ya lo sabemos. Pero ¿qué pasa con las leyes de “igualdad” y violencia de género, que imponen la ideología de género y ya, de hecho, discriminan y criminalizan a los hombres por el simple hecho de serlo? Nada. El PP no se ha comprometido a derogarlas. Es más, el número 3 del PP, Javier Maroto, defendió el primer día que existe la violencia de género y que por tanto las leyes que se cargan el principio de igualdad ante la ley y la presunción de inocencia de los hombres deben mantenerse.

Que las libertades individuales deben ser el bien supremo al que consagrarse ya lo sabemos. Pero hoy existen leyes “mordaza” LGTBI (muchas aprobadas con los votos del PP e incluso promovidas por él) contrarias a la libertad de pensamiento, que cercenan la libertad de expresión y promueven el adoctrinamiento de los niños y la reeducación de la sociedad, so pena de multas altísimas. ¿Qué pasa con ellas? Nada. El PP no se ha comprometido a derogarlas. Que el “poder político debe actuar siempre a favor de la vida” sería lo deseable y lo que venimos demandando desde hace años. Pero lo cierto es que fue el PP el que pudo derogar la actual ley del aborto y no lo hizo. Actuó en contra de la vida. ¿Se ha comprometido el PP a derogar la ley del aborto (94.123 bebés exterminados en 2017)? Tampoco. Ni mencionarla. Estas palabras de su discurso son muy significativas: “Para recuperar nuestro espacio electoral no tenemos que movernos de sitio, sino mantener esas raíces de nuestros valores, fortalecer el tronco de nuestros principios y ampliar las ramas de nuestras ideas para cobijar a más gente debajo".

“Casado ha hecho, está haciendo, según Federico Jiménez Losantos un esfuerzo titánico para depurar el PP sin depurar a nadie, para reprogramarlo en clave liberal sin depurar, a los que lo desprogramaron en un sentido socialista, para apuntar a cambiarlo todo sin cambiar demasiado ni hacer cambiar a los que no quieren cambiar nada, se niegan a reconocer sus errores y desprecian el peligro mortal que corre su partido ante el auge de Vox. El resultado del intento de intentar desde dentro y por las buenas una tarea que les están haciendo desde fuera y por las malas, es meritorio, pero abocado al fracaso. Porque el problema del PP con su electorado no está en exhibir o no los principios de antaño sino la confianza en que pueda mantenerlos mañana tras traicionarlos ayer”. El Mundo informaba de que Alberto Núñez Feijóo (con todo su poder regional en Galicia y más allá) le “convenció” a Casado para que en la Convención no se aterrizara en ningún asunto conflictivo (aborto, violencia de género, leyes LGTBI) Y en efecto no se aterrizó, concluye Arsuaga

La amenaza es que todos estos temas son claves para el nuevo partido VOX, que ha conseguido 14 diputados en Andalucía, y amenaza con mayores resultados en las elecciones de mayo, pues mucha gente esta cansada de la política de Rajoy desde 2011, porque pudiendo, no ha hecho nada contra el progresismo-populismo de las izquierdas, pero VOX no tiene cuadros ni afiliados suficientes, aunque si ideas contra la izquierda progresista que resultan fascinantes. El progresismo es una tendencia política (no una ideología definida) donde se defienden ideas consideradas «avanzadas» por la izquierda,​ sobre todo aquellas orientadas hacia el desarrollo de un Estado del bienestar, la defensa de derechos civiles y cierta redistribución de la riqueza, lo que significa más impuestos, más gasto y más Estado. Comúnmente se considera que estas corrientes aglutinan fuerzas opuestas al conservadurismo. En el progresismo como subespectro político confluyen diversas doctrinas filosóficas, éticas y económicas del falso liberalismo y el socialismo democrático. Por eso amigo Pablo, aunque pienso que tu has hecho lo correcto en la Convención para no perder electorado de centro, mientras que los populistas que siguen en el PP, son participes de ideas socialistas marxistas, trufadas de un ecologismo que nos han metido hasta el gaznate, buenismo, pacifismo, que perjudican incluso a la unidad nacional, ya que la aceptación del independentismo es buenismo de Pedro Sánchez, que es tu verdadero enemigo y su coalición que le mantiene en el poder por los intereses de la izquierda y de los independentistas incluidos los terroristas de los que la mayoría de los españoles están ya hartos, por eso VOX fructifica en los cansados con esta política que apoyaron de alguna manera Rajoy y Soraya, Ruth Beitia, José Ramon Bauza y el propio Santiago Abascal son avisos a navegantes. Amigo Pablo eres un gran líder, pero te enfrentas al buenismo que ha determinado la vida de España en los últimos años, defiende la verdad y la realidad como sabes hacerlo. Adelante con el timón del PP, que es difícil de llevar a buen puerto.

Bernardo Rabassa

Presidente de clubs y fundaciones liberales. Miembro asociado de Alianza Liberal Europea (ALDE). Premio 1812 (2008). Premio Ciudadano Europeo 2013. Medalla al Mérito Cultural 2015. Psicólogo social. Embajador de Tabarnia. Presidente del partido político constitucionalista Despierta.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
1 comentarios