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Por un socialismo construido por las bases sociales

miércoles 20 de febrero de 2019, 18:43h

La construcción del socialismo es un trabajo político y un esfuerzo personal y colectivo constante al que se le puede aproximar y mucho el mito de Prometeo. Una lucha continua y con serias dificultades. Está además dividido el socialismo en múltiples familias, pero lo peor no es eso, sino las constantes caídas. El socialismo que es un ideal liberador y republicano, parte ya de muchas esperanzas, textos y deseos anteriores al marxismo, si bien con Marx hay un antes y un después. El principal problema es que dado que su esfuerzo es lograr la igualdad entre las personas, el reparto de la riqueza y el fin de las clases, todas las fuerzas de los poseedores, los privilegiados y las fuerzas reaccionarias, más muchos sectores y sectas religiosas se alían en su contra.

Hay dos formas de combatirlo, la lucha de las clases privilegiadas en su contra, mediante la represión, la cárcel, el despido o el asesinato o bien desde las democracias liberales mediante la penetración sutil o descarada en su interior, la compra de voluntades, el debate ideológico tratando de desacreditar las ideas de emancipación, el despido y la desregulación laboral o la perdida de capacidad negociadora y de intermediación, que el capitalismo del siglo XXI niega.

El capitalismo posee inmensos medios de comunicación y lucha ideológica así como el consumismo al objeto de dificultar las políticas de igualdad e incluso reformas sociales mediante el chantaje a gobiernos progresistas o la pura y simple financiación de partidos populistas y de extrema derecha. Todo al objeto de alienar las mentes y conciencias de quienes ni son propietarios, ni son especuladores. Frente a clase obrera, clase media. Contra la democracia haciendo confundir democracia con la propiedad y la capacidad de explotar impunemente a otros seres humanos. Resaltando los fallos de “socialismos autoritarios” en realidad capitalismo de estado, con el socialismo y ocultar que en países capitalistas hay hambre, incultura y violencia (El Salvador, Honduras, Bangladesh o Malí son estados de libre mercado y capitalismo, también Arabia Saudita).

El socialismo contemporáneo ha sufrido duros ataques al objeto de desnaturalizarlo como el felipismo, la tercera vía Blairista o el colaboracionismo con partidos burgueses, el Departamento de Estado de los EE.UU y la OTAN o la colaboración con la Comisión Trilateral. Ya Karl Kaustky en 1906 denunció que los socialistas que no estaban con el proletariado y el partido obrero, eran traidores.

Por eso solo es posible construir el socialismo desde abajo y rescatarlo para las clases trabajadoras desde las bases socialistas. Veamos un ejemplo muy actual, el Partido Laborista desde la elección de Jeremy Corbyn por las bases laboristas y sindicalistas y el apoyo masivo de las y los jóvenes precarios ha logrado resituar al Labour (Trabajo) junto a quienes sufren y frente al neoliberalismo. Ha debido vencer dos elecciones primarias seguidas y se han convertido en el partido con más afiliación de Europa, pero los ataques continúan. Ahora dimiten siete diputados laboristas y el grupo PRISA tremendamente beligerante contra el socialismo con principios y obrero, informa que Corbyn se está quedando solo. Una asquerosa Fake News pero que demuestra como los “progresistas ultra liberales” trabajan por destruir el socialismo como politica capaz de liberar y cambiar las cosas de verdad y no con simples cambios cosméticos.

El socialismo solo puede ser reconstruido por las bases, por quienes sufren las injusticias y hacer del voto socialista algo útil a la clase trabajadora. No se puede afirmar ser socialista y trabajar en favor de una Corona impuesta por un dictador y que sustenta tramas empresariales “poco claras”.

Para un socialista en España debe ser prioritario y urgente derogar la reforma laboral o la ley mordaza. Pensiones dignas, alto a la discriminación y la violencia de género, liquidar la brecha salarial de las trabajadoras más humildes. Cambiar leyes y constituciones. Porque el socialismo no se caracteriza por conservar lo que tenemos en el reino de España como si fuera perfecto, que no lo es ni de lejos, sino por cambiar leyes para que estas estén al servicio de la población y no de una minoría. Por eso el socialismo solo lo pondremos cambiar desde la base y echando a los mercaderes del Templo.

Carlos Martínez García

Politólogo y ex portuario. Miembro de la plataforma socialista pro PSF.

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