Todo sobre la huelga feminista del 8M: "Sin nosotras ni se produce ni se reproduce"

El movimiento que arrancó en Argentina al grito de 'ni una menos, vivas nos queremos', se ha expandido por los diferentes rincones del mundo, convertido en un "movimiento feminista intergeneracional y diverso, creciente en número y en energía". El 8 de marzo de 2018 marcó un antes y un después en la lucha feminista, ya que el morado tiñó calles y plazas de miles de ciudades para clamar contra la violencia y las desigualdades de género.

A pesar del éxito de la convocatoria, la Comisión recuerda que las vidas de las mujeres " siguen marcadas por las desigualdades, por las violencias machistas, por la precariedad, por procesos de exclusión derivados de nuestros empleos, por la expulsión de nuestras viviendas, por el racismo y la no corresponsabilidad ni de los hombres ni del Estado en los trabajos de cuidados".

Para volver a protestar contra la violencia y las desigualdades, la Comisión ha convocado una huelga feminista el 8 de marzo "en todos los espacios de la vida porque la participación de las mujeres es nuclear en todas las esferas y la huelga tiene que alcanzar, además del ámbito laboral, otros trabajos y espacios: el de los cuidados, el consumo, la vida estudiantil y asociativa".

Este año, la convocatoria repite 'formato'. Mientras algunos sindicatos llaman a paros de 24 horas, los mayoritarios, CCOO y UGT apuestan por paros de dos horas por turno. Desde la Comisión, llaman a todas las mujeres a parar "en función de sus posibilidades". Para los paros de dos horas, las convocatorias son: de 11:30 a 13:30 y de 16:00 a 18:00, así como en las dos primeras horas del turno de noche.

"Sabemos que las posibilidades para participar en la huelga pueden ser distintas para cada una, pues estamos atravesadas por desigualdades y precariedades que nos sitúan en lugares muy diversos frente al trabajo asalariado, los cuidados, el consumo, el ejercicio de nuestros derechos, la formación y la participación ciudadana según nuestra procedencia, la clase, la raza, la situación migratoria, la edad, la orientación sexual, la identidad y/o expresión de género y las distintas habilidades. Por eso la huelga feminista es una propuesta abierta en la que todas podemos encontrar una forma de participar".

El argumentario de la Comisión vuelve a apuntar a las luchas contra las violencias machistas, por el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo y nuestra vida, por la justicia social, la vivienda, la salud, la educación, la soberanía alimentaria y la laicidad. De las luchas que protagonizan mujeres que defienden sus tierras y los recursos de sus pueblos, incluso arriesgando su vida, amenazadas por el extractivismo, las empresas transnacionales, y los tratados de libre comercio; contra las viejas y nuevas formas de explotación y muchas otras luchas colectivas.

"Frente al 'nosotros primero' planteamos 'nosotras juntas'. Formamos parte de un proceso colectivo de transformación radical de la sociedad, de la cultura, de la economía, de las relaciones. Queremos ocupar el espacio público, reapropiarnos de la decisión sobre nuestro cuerpo y nuestra vida, reafirmar la fuerza política de las mujeres, lesbianas y trans y preservar el planeta en el que vivimos, en un momento de urgente crisis ambiental. Y por eso el 8M pararemos nuestro trabajo de cuidados y doméstico, el trabajo remunerado, el consumo y nuestros estudios y nuestro activismo, para demostrar que sin nosotras ni se produce ni se reproduce". La Comisión apela de nuevo a los hombres como "nuestros aliados y apoyos para que sea posible que paremos las mujeres".

La Comisión ya ha lanzado el argumentario de la huelga feminista del 8M y ha confirmado que continúa el trabajo para fijar las movilizaciones de esa jornada, así como en días previos.