La sostenibilidad de Europa

Cuando en 2017 se conmemoro el 60º aniversario del Tratado de Roma se vivieron momentos en que parecía recobrarse la ilusión por todo lo que ha significado y significa la Unión Europea. Así empieza el comunicado del Club de Roma a cuya conferencia acudí el 11 de marzo. Sin embargo, continua, aquellas fugaces esperanzas se han visto desvanecidas ante la incertidumbre global y ante la creciente perdida de significado mundial que tiene esta singular creación política y social que es la UE.

Cristina Manzano, Belén Becerril, Ana Alcalde y Luis Peral precedidos por José Manuel Morán, tuvieron un apasionante coloquio preguntándose ante las próximas elecciones europeas cual era el futuro de la sostenibilidad de Europa. El desconcierto proviene de una parte del clamor ante la frágil democracia que tiene cada nación y la aparición de los populismos transversales que la amenazan. Especialmente el Brexit, de nunca acabar. Los nacionalismos como el de Orban en Hungria y el chauvinismo del francés Macron que sin embargo parece el más preocupado por ese futuro común, o la extrema derecha en Austria y en Polonia.

Hay que preguntarse si este estado del Bienestar que nos hemos dado en Europa va a poder mantenerse con solidaridad, con respeto a la naturaleza y con crecimiento económico, aunque no podemos considerar que sea el PIB el único indicador que da la noción de la riqueza de los pueblos. Según Cristina Manzano los tres pilares en que se sustenta Europa son Democracia, Derechos humanos y Estado de Derecho. Trinidad indivisible que supone el equilibrio de los valores que lo sustentan y el pragmatismo necesario para el desarrollo de las sociedades.

Las Instituciones El Consejo , El Parlamento y el Tribunal de Justicia junto con la Comisión son los obligados a velar por la armonía entre los Estados y sus ciudadanos, pero han perdido gran parte de su credibilidad, aunque en el Eurobarometro salga a nivel europeo, preguntados sobre si el trabajo de la Unión Europea ha sido el adecuado para cada uno de los casos, la media se sitúa en torno al 32% de encuestados que creen que la UE ha hecho suficiente en la lucha contra el terrorismo (23% en 2016), mientras que el 57% lo considera insuficiente (aunque supone un descenso del 69% que lo creía hace dos años).

Respecto a la política migratoria, el 26% considera que la UE ha hecho un trabajo suficientemente bueno, lo que supone un aumento desde el 19% de 2016; sin embargo, aún son mayoría, con un 58% de encuestados, los que consideran que las acciones de la UE se han quedado por debajo de sus expectativas, lo que supone un descenso desde el 66% registrado en el anterior Eurobarómetro.

Por último, cabe destacar el 29% que considera que la UE ha hecho su trabajo en la lucha contra el desempleo, con una subida de 10 puntos porcentuales desde el 19% registrado en 2016, aunque sigue habiendo un 59% que cree que ha sido insuficiente, pero en menor medida que el 69% alcanzado hace dos años.

En el caso concreto de España, se ha registrado una subida de 8 puntos en la consideración de que la UE ha hecho su trabajo tanto en migración como lucha contra el terrorismo, un incremento de 7 puntos en protección de fronteras o de 6 puntos en lucha contra el desempleo. Eso demuestra que hay fuera del euroescepticismo todavía una actitud favorable a la UE lo que nos indica que la sostenibilidad es posible.

Los siguientes líderes visionarios inspiraron la creación de la Unión Europea en la que vivimos hoy. Sin su energía y su motivación no tendríamos esta zona de paz y estabilidad que ahora damos por supuesta. Desde miembros de la resistencia hasta abogados, los padres fundadores eran un grupo heterogéneo de personas que compartían los mismos ideales: una Europa pacífica, próspera y unida. Además de ellos, muchos otros han trabajado infatigablemente y han inspirado el proyecto de Europa.Konrad Adenauer, Sicco Mansholt, Joseph Bech, Jean Monnet, Johan Beyen, Robert Schuman, Winston Churchill, Paul-Henri Spaak, Alcide de Gasperi, Altiero Spinelli. Desde la Comunidad del Carbón y del acero, hasta la creación de la UE y de su moneda única, el euro. Desde un punto de vista romántico las cosas van bien, pero el Trumpismo y el crecimiento descomunal de China e India han reducido Europa a un plano menor, en la globalidad del planeta y desde ese menor posicionamiento no se puede hacer mucho por la sostenibilidad de la humanidad.

La globalidad en si misma reduce el papel del ciudadano y la aparición del terrorismo y las inmigraciones masivas, limitan las libertades de los individuos, y el egoísmo de las clases medias industriales en la 4ª Revolución industrial, harán salvo que se adopten mediadas globales como el salario mínimo europeo por ejemplo, muy difícil la sostenibilidad de nuestro Estado de Derecho, que ha invadido la legislación de los Estados nacionales. Somos más europeos ahora de lo que nos creemos. Como Ortega no sabemos lo que nos pasa, pero la realidad es que esta pasando. Y la Europa del 2025 está en marcha, y siempre será una construcción en perpetuo desequilibrio creativo. Con seguridad yo voto por una Europa sostenible, donde cada vez seamos mas iguales y mas libres en lo individual, que hay que preservar con todo cuidado, No dejemos que la globalidad nos aturda y transforme al Estado en el Leviatan que por desgracia cada vez devora nuestra libertad.

BERNARDO RABASSA ASENJO. PRESIDENTE DE CLUBS Y FUNDACIONES LIBERALES. MIEMBRO ASOCIADO DE ALIANZA LIBERAL EUROPEA (ALDE), PREMIO 1812(2008). PREMIO CIUDADANO EUROPEO 2013. MEDALLA AL MÉRITO CULTURAL 2015, PSICOLOGO SOCIAL. EMBAJADOR DE TABARNIA. ACADEMICO DE LA REAL ACADEMIA DE LA MAR.