Las elecciones en Navarra dibujaron un panorama complicado, ya que pese a la victoria de Suma Navarra (PP, Cs y UPN), el bloque de izquierdas y nacionalistas alcanza la mayoría absoluta. La candidata del PSOE, María Chivite anunció entonces su intención de formar gobierno con el apoyo de Geroa Bai, Podemos e IU y con la necesaria abstención de EH Bildu. Sin embargo, en Ferraz han frenado sus planes al rechazar el respaldo indirecto de los independentistas vascos.
El PSOE debe decidir si permite gobernar a 'Suma Navarra' o intenta formar gobierno con apoyo de Geroa Bai, Podemos, IU y la abstención de EH Bildu. La necesidad de que los independentistas vascos no se opongan a la investidura de María Chivite ha sido rechazada por la dirección federal de Pedro Sánchez.
Según avanzó 'El Confidencial', Ferraz rechaza la abstención de EH Bildu para hacer presidenta de Navarra a su candidata, tratatando de evitar pactos con soberanistas vascos y catalanes.
Chivite quería que Bildu le brindara su apoyo a cambio de nada, pero la formación 'jeltzale' ofreció su respaldo a cambio de conservar la alcaldía de Pamplona. Aunque en un principio no se opusieron a los planes de Chivite para ser investida, la dirección ha cambiado de opinión y ha dejado la puerta abierta a su posible abstención para la formación de un gobierno de derechas.
Desde el PP han aprovechado la coyuntura para volver a pedir al PSOE que "apoye a cambio de nada" a Suma Navarra, como "el PP hizo con Patxi López en 2009".
Aunque desde Ferraz han manifestado que serán los militantes socialistas quienes otorguen o no su aval a los pactos poselectorales alcanzados por el PSOE, estos han de contar previamente con el visto bueno en la Ejecutiva, algo que no ocurre en el caso de Navarra.
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