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El escaso juego del encierro lidiado condicionó un festejo gris

Diego San Román es cogido, por fortuna sin consecuencias, por el tercero de la tarde.
Diego San Román es cogido, por fortuna sin consecuencias, por el tercero de la tarde. (Foto: Plaza1)

San Isidro: sólo destaca el valor de San Román en descastada pero toreable novillada de Fuente Ymbro

El mexicano fue un ejemplo de pundonor mientras Juanito y Antonio Grande pasaron casi desapercibidos

lunes 03 de junio de 2019, 22:17h

La serie de festejos en los que siempre ocurre algo positivo, que están dando lugar, orejas aparte, a la mejor Feria de San Isidro de los últimos años, se cortó este lunes con una novillada plana por la sosería de las reses de Fuente Ymbro, antítesis de la bravura. Pero que salvo el peligroso lote de mexicano Diego San Román (en la foto), que anduvo sobrado de valor, eran manifiestamente bonancibles y toreables, lo que, a excepción de leves apuntes, no lograron en ningún momento sus compañeros de terna Juanito y Antonio Grande.

Así se viene a Las Ventas. Tal es la manida frase que exige a los aspirantes a matadores el darlo todo, el entregarse, con mayor o menor técnica, con mayor o menor arte, cuando hacen el paseíllo en la única plaza que puede darles mucho y lanzar su carrera: pongamos que hablo de Madrid. Mas, salvo raras excepciones, en estos tiempos posmodernos y no olé, son escasos los novilleros que transitan por semejantes derroteros. Uno de ellos, el mexicano Diego San Román, volteado espectacularmente por los dos de su complicado lote, dejó claro que quiere ser alguien en esta profesión tan difícil.

Su valor seco, espartano, sin una mueca ni siquiera después de ser lanzado por los aires por sus enemigos –en el segundo aún no se sabe cómo no resultó herido, aparte del palizón-, que al descaste generalizado de todos sus hermanos unieron peligro, caló hondo en la parroquia. Y esperemos que en la empresa para repetirle más adelante. Su caso es, o debería ser, además, un espejo en que se miraran sus dos compañeros de una tarde tan espesa y plúmbea. Ellos verán.

Porque tanto Joao Silva ‘Juanito’ –por partida doble- como Antonio Grande desaprovecharon una buena ocasión. Sí, es verdad que esta vez los ‘fuenteymbros’, justos de trapío, fuerza y pitones en general, no dieron excesivo juego por su mansedumbre y descastamiento. Sí, es verdad. Pero a la vez llegaban a la muleta embistiendo con nobleza y sin hacer un extraño. Como el lote del portugués, que demostró tener oficio y cierto buen gusto. Pero también todos los trucos de la tauromaquia posmoderna: citar fuera de cacho –a veces desde la M-30- meter el pico de la muleta y echar la embestida a las afueras. Por lo que nada dijo.

Semejantes desafueros los apuntó, eso sí, en menor medida. el salmantino, que aun sin deslumbrar logró ante su primero algunos pasajes interesantes sobre ambas manos, con el buen añadido de la ligazón, pero el animal merecía más entrega y más calidad. Ya nada pudo llevar a cabo Grande con el otro, flojísimo y a la defensiva que más que embestir, topaba.

De modo que el único protagonismo que salvó una tarde incolora, inodora e insípida, fue para San Román, que ya dejó su carta de presentación de valor el pasado día 1. Su primer burel, el único bien armado de astas, que anduvo suelto y mandando desde que salió, se refugió en tablas al inicio de la faena de muleta. Y allí fue desarrollando sentido y aumentando el peligro mientas intentaba darle fiesta el mexicano, que aguantó un parón, pero en el siguiente fue revolcado.

Volvería a verse de forma fea y tremebunda cogido con saña en el último, otra infamia en cuanto a bravura, otra antítesis, quedando hecho un guiñapo. Todo indicaba grave percance, pero en nuevo derroche de testosterona, San Román volvió a la cara de su enemigo, se pegó un arrimón entre sus astas y lo despenó de un espadazo tirándose como un jabato. Así se viene a Madrid, así.

FICHA

Novillos de FUENTE YMBRO, justos de trapío excepto los dos últimos, cómodos de cabeza excepto 3º y 6º; flojos y descastado en general aunque nobles excpeto 3º y 6º. JUANITO: silencio; saludos tras aviso. ANTONIO GRANDE: ovación tras aviso; silencio tras aviso. DIEGO SAN ROMÁN: ovación; ovación tras aviso. Plaza de Las Ventas, 3 de junio, 21ª de Feria. Dos tecios de entrada.

CRÓNICA DEL FESTEJO ANTERIOR

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