San Isidro: una terna en horas bajas desaprovecha un buen encierro de Fuente Ymbro

No es que fuera un cartel para tirar cohetes, no. Pero tenía su interés, sí. Al menos para los aficionados que saben que los ‘fuenteymbros’, además de buena presencia siempre, suelen dar juego en un subido porcentaje. Y también conocen que la terna de Morenito de Aranda, José Garrido y Pepe Moral tiene como denominador común su buen corte en la línea artística, aunque en el caso de los dos primeros hace tiempo que no lo muestran en la cátedra, y en el otro está reciente su buen San Isidro 2018.

Mas los tres pegaron el petardo, porque el encierro de Fuente Ymbro, sin destacar en nada especial en cuanto a bravura y casta, sí que cumplió las expectativas por su nobleza y ‘toreabilidad’ –y perdonen el ‘palabro-. No fue la mejor corrida de esta divisa en Madrid, pero posiblemente sí la peor actuación de sus matadores en mucho tiempo.

Y eso, cuando se intenta salir de la zona media del escalafón, es muy probable que lo paguen en número de contratos, aunque Garrido, al que ya algunos llaman la ‘eterna promesa’ porque no acaba de disparar todo lo bueno que apuntó de novillero puntero ya en su quinto año de alternativa, igual burla esta amenaza por ir respaldado por su mentor el taurino y empresario José María Garzón, merced al intercambio de cromos.

Ni él ni sus compañeros tienen perdón de Dios por moler a pases insulsos y sin musa a unos animales colaboradores y de nobleza supina. Porque Moral, que ya venía tocado de Sevilla y nada relevante había hecho en su anterior comparecencia isidril, nada destacable ofreció en su despedida del ciclo tampoco. Con el segundo, manso en los caballos pero muy manejable -como el resto excepto el primero- se perdió amontonando pases y más pases. Claro que lo peor suyo vendría después ante el encastado quinto, que poco a poco se fue imponiendo mientras el sevillano se desdibujaba.

No muy distinto fue lo que demostró Garrido ante el también codicioso que le correspondió en suerte –o desgracia, según se mire- en primer lugar, al que con la muleta retrasada le aplicó la fórmula de ‘te doy uno –además vulgar- y me voy, te doy uno –además vulgar- y me voy'. De similar guisa obró en el sobrero de Mayalde en una faena larga en la que tras cada (intento de) muletazo le perdía pasos hasta que el bicho se negó a seguir embistiendo y hasta que el público se enfadó con el extremeño.

Menor demérito, en cantidad, tiene Morenito, ya que el que abrió función, al que se fue a buscar de rodillas a las rayas del tercio cuando apareció por chiqueros, fue el único descastado del conjunto. Descastado, sí, más no imposible, con el que el de Aranda dibujó algún muletazo suelto cercano al toreo artístico, pero todo muy acelerado y sin poso. El otro, ya con un punto de casta, dejó en evidencia el mal momento –cuántos años ya- que atraviesa porque a su codicia Morenito sólo opuso intentos de series que se fueron diluyendo. Qué ‘quedrán’.

FICHA

Cinco toros de FUENTE YMBRO, con trapío y justos de fuerza; 1º, descastado; resto nobles y codiciosos. 6º, sobrero de CONDE DE MAYALDE -en sustitución de uno de la divisa titular devuelto por inválido- bien presentado y manejable. MORENITO DE ARANDA: silencio tras aviso; silencio tras aviso. PEPE MORAL: silencio; pitos tras aviso. JOSÉ GARRIDO: silencio tras aviso; pitos tras dos avisos. Plaza de Las Ventas, 14 de junio, 32ª de Feria. Dos tercios de entrada.

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