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Los repetidores nunca fueron bien considerados

lunes 11 de noviembre de 2019, 16:09h

Los partidos obreros surgen para cambiar las condiciones de vida de las clases trabajadoras, obtener el reparto de la riqueza y de los medios de producción y de consumo y alcanzar el fin de las clases sociales. Para ello crean partidos de clase, concurren a los parlamentos al objeto de cambiar las leyes y constituciones, organizan sindicatos de la clase obrera y luchan ya sea en las instituciones, ya sea en los centros de trabajo, ya sea en las calles o las trincheras si hace falta por defender la libertad y los derechos de las personas.

Yo mismo estoy harto de repetirme, pero es verdad y hay que recordarlo. Los partidos obreros no surgen para buscar la moderación –son realistas e incluso posibilistas, pero no moderados- tampoco surgen para buscar gobiernos estables en el interclasismo más allá de acuerdos para consolidar la democracia o combatir al fascismo. Tampoco para tranquilizar a los mercados –son socialistas- y menos para defender a los reyes y los tronos. Dicho esto, las elecciones son una forma democrática para alcanzar el poder, pero para ello debe haber en primer lugar democracia cierta, democracia con mayúsculas, es decir democracia republicana.

Pedro Sánchez ha sido el paradigma de todo lo contario a lo que nuestro fundador Pablo Iglesias representa. Podemos, a través de su líder ha sido poco inteligente y ninguno de ambos ha entendido que de sus decisiones no dependía una simple forma de representación politica gubernamental en el seno de una democracia burguesa y cortesana, sino la vida, las aspiraciones de igualdad, libertad, pan, techo y trabajo de millones de personas, muchos millones de personas aquejados de pobreza inducida, machismo militante y violento, trabajo precario o paro sin esperanzas. Vida, señores jefes, vida y derecho a una vida digna.

El Partido Socialista Libre Federación ha advertido sin descanso y sin medios que una repetición electoral era innecesaria y tan solo era una puerta abierta a las derechas. Una oportunidad para la derecha trumpista que nos amenaza y quiere a base de engaños y mentiras seguir trabajando para que los ricos sean más ricos y la burguesía y la oligarquía de Madrid, nos siga robando. Unas nuevas elecciones eran innecesarias, bastaba con llegar a un acuerdo de mayorías parlamentarias. Pero no ha sido así, pues los poderes reales con el rey a la cabeza lo han impedido. Ahora y tras las elecciones solo está clara la subida de VOX y eso se lo deben agradecer a la izquierda oficialista y en especial a Pedro Sánchez.

Tras estos resultados electorales del 10 de Noviembre solo queda claro en mi opinión que Sánchez ha fracasado sin paliativos, el PSOE no merece este batacazo propiciado por la prepotencia de su líder, su escoramiento a la derecha y su actitud cortesana. El socialismo tiene mucho que decir, si es eso, socialismo.

En segundo lugar Podemos/IU también tienen su cuota de responsabilidad y no pueden mirar hacia otro lado. Carecen además de la suficiente fuerza de convicción, empatía y de coherencia.

Lo que más ha subido ha sido el independentismo y por tanto habrá que tenerlo en cuenta y mucho.

Antes me refería a fuerzas democráticas. Porque la subida de VOX se debe a la oportunidad que Sánchez les ha brindado con una repetición electoral que ha desmovilizado a una parte de la izquierda. La desaparición de Ciudanos era lógica pues su discurso de extrema derecha solo podía beneficiar a los ultraderechistas.

Ahora solo es posible un gobierno con fuerzas de progreso, sean o no nacionalistas y hacer una políticas de recuperación de los derechos sociales, la igualdad y el federalismo que deje de lado a los nacionalistas españolistas y centralistas y partidarios de la regresión social. Eso o el trumpismo.
VOX no puede representar ni representa a la España rural.

Muchos de los votos rurales son de izquierdas y están en la izquierda, por eso el mundo rural debe dejar de ser abandonado, pero para eso son imprescindibles medidas que se opongan a la PAC de la Unión Europea y se centre en la soberanía alimentaria y la defensa del territorio, un territorio con servicios, sanidad y educación ubicados en los pueblos, comunicaciones y una agricultura vinculada a la defensa del clima así como a la incorporación de las nuevas tecnologías.

La única solución es pues un amplio gobierno de progreso y dar la espalda a las derechas. Fortalecer el socialismo, un socialismo democrático que recupere los valores de la izquierda y de trabajar por y para las clases populares y trabajadoras. En nuestro caso fortalecer el PSLF como opción de una izquierda valiente y consecuente. Una opción que hoy Sánchez no representa.

Carlos Martínez García

Politólogo y ex portuario. Miembro de la plataforma socialista pro PSF.

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