Bertolt Brecht (1898-1956), poeta, director teatral y dramaturgo alemán, creció como autor y como persona al mismo tiempo que lo hacían Hitler y el nazismo, una circunstancia que obligó al dramaturgo, primero a enfrentarse radicalmente al horror que veía venir y, más tarde, a huir de Alemania en 1933. Sus obras eran enormemente satíricas, ácidas y críticas con el capitalismo, el nazismo y Adolf Hitler a través de un teatro que buscaba que el público pudiera concentrarse en los temas y en los mensajes que se lanzaban, más que sentirse conmovido por el perfil de los personajes. A ese teatro se le llamó épico revolucionario y utilizaba a los actores como recitadores de sus papeles sin añadirles ninguna emoción, buscando así sacudir la conciencia del público y llevarlo de una pasividad acrítica a la reflexión y, de forma ideal, a la acción.
Uno de los mejores ejemplos de este teatro brechtiano es ‘La excepción y la regla’ (1930), que La Extraña Compañía ha escogido para iniciar su camino artístico desde el Teatro del Barrio. Estrenó el pasado mes de abril, ha continuado estos dos últimos meses, y volverá otra vez a partir de febrero próximo a las tablas del teatro de Lavapiés.
Bajo la brillante dirección de Catalina Lladó el primer montaje de La Extraña persigue sin ambages de ningún tipo la motivación social, educacional y política que fomente el pensamiento crítico del espectador. Los vehículos naturales del propósito iniciado con ‘La excepción y la regla’ son los intérpretes Alba Flores (excelente su composición del Magistrado), Juan Sánchez, Belén López-Valcárcel, Null García y Sara Sanz.
La historia se cuenta en una sencilla pero eficaz escenografía, diseñada por Aylin Vera (tres conos truncados sobre ruedas que lo mismo sirven de estrado para el tribunal que de escabroso paisaje o de tienda donde cobijarse o llevar a cabo las transacciones mercantiles…). Los números musicales y el espacio sonoro son obra de Clara Brea, el colorista vestuario de Ernesto Artillo, y la iluminación de Pablo R. Seoane. Un equipo artístico que rema en idéntica dirección de distanciamiento marcados por dramaturgo y directora de escena.
En ‘La excepción y la regla’, una Comerciante extranjera organiza una expedición a Mongolia en busca de petróleo. En ese largo y peligroso viaje le acompañan una Guía y una Porteadora locales. Las relaciones entre los tres personajes están inevitablemente marcadas por la ambición de la comerciante, su permanente desconfianza y sospecha hacia sus colaboradoras y, por último, la desigualdad patente entre contratadora y empleadas. Su relación se va enturbiando y degradando a medida que avanza el viaje, en donde la comerciante se obstina en dejar atrás a otros competidores que tienen los mismos objetivos, aunque para ello tenga que endurecer brutalmente las condiciones y el trabajo de sus empleadas.
El montaje está marcado por la austeridad de recursos, la entrega de los intérpretes y músicos y la eficacia del resultado que, además, llega intensamente a un público –el del Teatro del Barrio-, especialmente concienciado con la lucha de clases evidenciada en la propuesta. Una propuesta, en fin, interesante y que marca un ejemplar inicio en la andadura de La Extraña Compañía, dispuesta a romper la creencia de que no siempre lo mejor es lo que se ha venido haciendo: “no toméis como natural algo por el hecho de que ocurra constantemente”.
‘La excepción y la regla’
Un texto de Bertolt Brecht
Traducción: Miguel Sáenz
Dirección: Catalina Lladó
Elenco: Alba Flores, Juan Sánchez, Belén López-Valcárcel, Null García y Sara Sanz
Composición musical y espacio sonoro: Clara Brea
Escenografía: Aylin Vera (Sawu Estudio)
Vestuario: Ernesto Artillo
Diseño de iluminación: Pablo R. Seoane (La cía de la Luz)
Teatro del Barrio, Madrid
Viernes 6 de diciembre de 2019
Próximas fechas: sábados de febrero y marzo de 2020
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-(1).jpg "Crítica de la obra de teatro 'El rey que fue': añoranzas desde el Golfo")
