El líder del PSOE, Pedro Sánchez, aceptaba anoche el encargo del monarca Felipe VI de ser candidato para someterse a la investidura, y en su rueda de prensa, además de valorar el estado de las negociaciones para ser presidente, hizo un anuncio bastante llamativo.
Antes, Sánchez anunciaba desde Moncloa que convocoaría al fin al presidente del PP, Pablo Casado, quien lleva semanas exigiendo un encuentro. También que llamaría a la nueva portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas. Asimismo, comentó que la portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra, se reuniría con todos los partidos políticos “para ver si podemos encontrar una mayoría parlamentaria más amplia".
Pero sin duda el anuncio estrella fue que iba a llamar desde la próxima semana a todos los presidentes autonómicos y al presidente de la FEMP para "compartir con ellos el deseo de poder contar cuanto antes con un gobierno que ponga encima de la mesa propuestas y soluciones a los problemas que sufren". Una forma de rellenar su agenda durante casi un mes, ya que son 17 presidentes y 2 presidentes-alcaldes (Ceuta y Melilla), además del presidente de la FEMP, el socialista Abel Caballero.
En total, 20 citas, las cuales teniendo las navidades en el horizonte, supondrá que haya que esperar a enero y la evolución de las negociaciones con ERC para someterse a la investidura.
Además, a nadie se le escapa, que ERC había exigido entre otras cosas, en sus reuniones de contenido todavía oculto, que Sánchez recibiera a Torra, algo a lo que se ha negado todo el año para no perjudicar su imagen de cara a los llamamientos contrarios a hacer concesiones al soberanismo catalán. Ahora, el líder del PSOE tiene la excusa (casi) perfecta para entrevistarse con un Torra que, en teoría, tendrá que viajar a Madrid y visitar la Moncloa, cuando prefiere el escenario local para mantener sus posiciones.
"Todos debemos poner de nuestra parte para que se constituya un gobierno cuanto antes y la legislatura eche a andar para hacer frente a los desafíos que tenemos por delante”, concluyó Sánchez, no podiendo ocultar a las preguntas de los periodistas una realidad muy distinta: no tiene los apoyos necesarios para la investidura y tendrá que hacer varias concesiones al independentismo catalán para intentar lograr su apoyo. La alternativa es PP y Ciudadanos, pero se da casi por descartado cualquier acuerdo.
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