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Libre mercado según Robert A. Sirico, sacerdote

martes 28 de enero de 2020, 13:49h

Asistí a la presentación del libro de Robert A. Sirico, presidente del Instituto Acton “En defensa del Libre Mercado. Invitado por el Think Tank Civismo que tan acertadamente preside Julio Pomés.

Francisco Cabrillo, amigo liberal, hizo la presentación, destacando la diferencia entre la teología de la Liberación, la actual doctrina del Papa Francisco y la aparente contradicción con el contenido del libro.

¿Cómo pueden convivir ambos conceptos y Sirico lo demuestra con su libro y su intervención preguntándose que tiene que ver la economia con la religion o con la moralidad? ¿Por que un sacerdote escribiria un libro con tanta osadía, en el que hace, precisamente, una defensa moral de la economia libre

Si intentara responder que es lo que veo en un orden justo de la vida economica, un orden que me captura la imaginacion moral, relatare encuentro inesperado de los primeros años de mi niñez que sirve como un trasfondo a la forma en la que pienso sobre estos asuntos

. la Sra. Schneider, una vecina, me dio un pastel, me di cuenta de que habia una serie de numeros azules tatuados en su antebrazo. . No sabia que significaban hasta que mi madre me dijo que asi marcaban a los judios en la Alemania Nazi y quede horrorizado.

Cuando comence a observar el mundo alrededor, lo hice desde una perspectiva que tiene en cuenta quienes somos los seres humanos y su dignidad inherente. En la decada de los 70 me interese por el activismo y la defensa de los derechos humanos y, comprendi que a menos que adoptemos una antropologia correcta, no conseguiremos nada bueno ni en los sistemas politicos ni en los economicos. Sin emabrgo este no es el punto de vista de los politicos ni los economistas modernos. La palabra capitalista resulta demasiado limitada para la economia libre. Ni siquiera capitalismo sostenible es aceptable, pues el dinero de las grandescorporaciones es sospechoso.

El Papa Juan Pablo II dijo que había que sustituir a los regímenes comunistas europeos, por la empresa, el libre mercado, la propiedad privada con responsabilidad de los medios de producción, para la libre creatividad humana. Mi enfoque se inicia con lo antropológico, considerando al hombre y en su capacidad de relacionarse, actúan para satisfacer una necesidad, pero no como los animales, lo hacen con uso de razón, a través de la propiedad. Lo extraen de la naturaleza y lo reforman o emplean con algún fin, intercambiando en el libre mercado sus creaciones, dando lugar al intercambio.

Sin embargo, los economistas actuales, van con sus modelos sin cultura, que el hombre sí que la tiene. El homo economicus es libre, lo que conduce a florecer al ser humano, con sus virtudes de ver el mercado como un medio y no como un fin. Alexis de Tocqueville dijo el despotismo puede gobernar sin fe, pero la libertad no puede hacerlo. Debe tener niveles altos de moralidad.

Sirico sostiene que debemos hacerlo partiendo del Evangelio, lo que sucedió con la Escuela Salmantina que estableció las bases de la economía moderna, Francisco de Vitoria, Domingo de Soto, Luis de Alcalá, Martín de Azpilcueta (o Azpilicueta), Tomás de Mercado o Francisco Suárez, todos ellos iusnaturalistas y moralistas, son los fundadores de una escuela de teólogos y juristas que realizó la tarea de reconciliar la doctrina tomista con el nuevo orden social y económico. Eso no significo abandonar el Evangelio, pero la iglesia no se dedica ni a la política ni a la economía. Por eso se puede coincidir con el Papa Francisco, muy repentizante a favor de los pobres ya que el liberalismo se funda en la dignidad intrínseca de la persona humana, como lo hace la iglesia.

Una Economía libre es productiva, emplea a las personas y ofrece bienes y servicios a precios más bajos, los remanentes de la riqueza, el surplus, pueden así dedicarse a la redistribución sea del Estado o de la Sociedad civil. Naturalmente no debe haber manipulación política como lo hace hoy a nivel global el presidente Trump, Globalizar supone ampliar fronteras y no deben manipularse los mercados con políticas arancelarias, pues entonces no existe libre mercado

Siguieron una serie de preguntas de los asistentes, que Sirico contesto con desenvoltura, congeniando la libertad de mercado con la doctrina moral de la iglesia. Puesto que solo se ha conseguido crear riqueza en el mundo desde la más remota antigüedad, con mercados libres, que tienden a confundirse con el Capitalismo puro y duro, cuya falta de moral, se puede resolver con los planteamientos del Evangelio.

Bernardo Rabassa

Presidente de clubs y fundaciones liberales. Miembro asociado de Alianza Liberal Europea (ALDE). Premio 1812 (2008). Premio Ciudadano Europeo 2013. Medalla al Mérito Cultural 2015. Psicólogo social. Embajador de Tabarnia. Presidente del partido político constitucionalista Despierta.

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