Moncloa rectifica ante el enfado de ERC: habrá mesa de negociación sobre Cataluña antes de las elecciones

El Gobierno se compromete a arrancar, antes de las elecciones catalanas, la mesa de diálogo que el PSOE y ERC negociaron de cara a la investidura de Pedro Sánchez. La decisión se ha tomado tras una reunión de una hora entre el presidente del Gobierno y el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, en la Moncloa y de varias llamadas telefónicas con el vicepresident de la Genelitat, Pere Aragonès.

Si bien por la mañana Moncloa anunciaba que Sánchez se reuniría con el president de la Generalitat, Quim Torra, el próximo 6 de febrero, al tiempo que posponía la mesa de negociación sobre Cataluña hasta la formación del nuevo Govern, por la tarde la decisión ha cambiado por completo.

Desde que se conociera la noticia el independentismo cargó duramente contra el retraso en la apertura del diálogo sobre Cataluña. Especialmente entre los republicanos.

El presidente del grupo parlamentario de ERC en el Parlament, Sergi Sabrià, llegó a calificar el aplazamiento de "incumplimiento flagrante del acuerdo y una irresponsabilidad absoluta".

Hay que recordar que ERC y el PSOE pactaron poner en marcha la mesa de negociación en el plazo de quince días tras la configuración del ejecutivo y que se ha ido demorando para dar cumplimiento a la solicitud de Torra de verse con Sánchez de forma previa.

"No tenemos tiempo que perder. Quedan muchos meses para las elecciones. Es urgente abrir la vía política. En la reunión entre presidentes hay que poner fecha inminente a la mesa entre gobiernos", valoró Sabrià.

Unas palabras críticas que parecen haber encontrado quien las escuche porque sólo horas después el ejecutivo se comprometía a abrir la mesa de diálogo antes de las próximas elecciones catalanas de las que aún no hay fecha.

Torra sólo avanzó que las convocaría después de que se aprobaran los Presupuestos autonómicos. Algo que no se espera que ocurra, como muy pronto, hasta el 18 de marzo. Teniendo en cuenta los cuarenta días que deben pasar desde que se publique el decreto de convocatoria de los comicios hasta la cita en con las urnas, el calendario nos llevaría como pronto al 28 de abril para celebrar nuevas elecciones, pero hay quien apunta que incluso se podría ir más allá -mayo, junio o incluso septiembre- con la intención de alterar la negociación de los Presupuestos Generales del Estado que se prevén llevar a votación antes de que acabe el verano. Una votación en la que el PSOE volverá a necesitar la complicidad de ERC para no fracasar.