El partido del presidente Emmanuel Macron sufrió el domingo una contundente derrota en las elecciones municipales francesas, que estuvieron marcadas por una abstención récord y el avance de los ecologistas, que conquistaron las alcaldías de varias de las principales ciudades del país.
Macron no sólo ha pagado los daños que casi todos los gobernantes han experimentado por la gestión de la pandemia, sino que también sufre el desgaste del poder tras 3 años en El Eliseo.
La segunda vuelta de las municipales galas ha confirmado el escaso peso territorial de su, partido 'La República en Marcha'.
En París, la hispanofrancesa Anne Hidalgo ha vuelto a ganar como alcadesa socialista de la capital con el 48,7% de los votos, acudiendo con el apoyo de verdes y la izquierda. Con el 13% de los apoyos se quedó lejos la candidata de Macron, la liberal Agnès Buzyn. Segunda quedó la conservadora Rachida Dati, del partido de Los Republicanos, con el 34,2% de los apoyos.
Pero sin duda que ha sido la gran noche para la ola ecologista liderada por los candidatos verdes. En la importante ciudad de Lyon, por ejemplo, se impuso el candidato verde, Grégory Doucet. En Marsella ganó la izquierdista y ecologista Michèle Rubirola, que se impuso a la candidata conservadora.
La única victoria destacable para el partido de Macron fue en Le Havre, donde se impuso el actual primer ministro, Édouard Philippe, quien ganó con el 58% de los votos.
Además, la extrema derecha conquista la alcaldía de Perpiñán con Louis Aliot.
Toulouse y Niza se quedan con alcaldes conservadores, Nantes con alcaldesa socialista y apoyos verdes y Estrasburgo, sede del Europarlamento, se hace ecologista con Jeanne Barseghian.
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