El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo el jueves que el consulado de China en Houston que fue cerrado esta semana por Washington, era un centro de espionaje para obtener secretos comerciales y llamó a las "naciones libres" a frenar la "nueva tiranía" del gobierno de Pekín.
La orden dictada por Washington se produce en medio de las tensiones políticas que enfrentan a las dos mayores economías del mundo desde hace meses.
La decisión del Gobierno estadounidense ya se ha topado con la respuesta de Pekín, que si bien no ha ofrecido detalles, ha afirmado que habrá "contramedidas". Y es que el Ejecutivo de Trump ha defendido que este cierre se debe a "un desequilibrio en las relaciones bilaterales", un argumento que China ha tachado de excusa.
La noticia llega después de saberse que 2 piratas informáticos chinos habían sido imputados por intentar robar datos sobre el desarrollo de vacunas contra la covid-19 y vulnerar los sistemas de cientos de compañías, dijo el martes el Departamento de Justicia estadounidense.
Según este Departamento de Justicia, los 2 ciudadanos chinos no actuaron por su cuenta, sino apoyados por un miembro del Ministerio de Seguridad Estatal de China, una especie de agencia de espionaje.
Entre las empresas afectadas, destacan en varios países como el propio EEUU y también Alemania, Australia, Bélgica, Corea del Sur, Países Bajos, Japón, Lituania, Reino Unido, Suecia, y España.
Los acusados son los jóvenes Li Xiaoyu (34 años) y Dong Jiazhi (33) y están en paradero desconocido, aunque EEUU cree que se encontrarían en China.
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