www.diariocritico.com

Don Carnal y Doña Cuaresma, a la greña

viernes 20 de febrero de 2009, 09:09h
Le feria de la política se está poniendo que no hay quien vaya. Cada día crece la tensión, los enfrentamientos dialécticos y las instituciones son como cajas de truenos que cuando se abren, provocan un ruido que lo envuelve  todo. Este ruido, con sus relámpagos y rayos, no deja oír el clamor de la calle, la voz del pueblo que exige medidas para acabar con la sangría del paro, con actuaciones que reactiven la economía. Los políticos andan enredados en lo suyo: unos, utilizando artillería propia y la ajena para diezmar las filas enemigas; los otros, contraatacando con artillería aérea, terrestre y hasta con petardos, para que el ruido apague los lamentos del pueblo.

Ayer tarde la Asamblea regional, que es el parlamento de representación de los madrileños, volvió a ser un patio de vecindad, un guirigay de acusaciones cruzadas sobre dos asuntos que desde hace ya muchos días envenenan los sueños de los políticos: la supuesta red de espionaje y la red que intenta tenderle al PP el juez Garzón a través de un sumario sobre corrupción.

Esperanza Aguirre se puso de pie en la barricada de su escaño en el parlamento madrileño para devolver a la bancada de enfrente una andanada en respuesta a las acusaciones directas o veladas sobre los casos de corrupción. Aguirre dijo que, imputados en procesos judiciales, haberlos haylos, también en los bancos de la oposición, y citó el caso del diputado Pérez Raéz, ex alcalde de Leganés, de quien recordó que está imputado por presunta prevaricación.

Y es que claro, puestos a restregar sospechas por las narices ajenas, uno se encuentra con las sospechas en la propia. Recordemos que hay otro alcalde, el de Pinto, inmerso en un proceso por prevaricación, y otro ex alcalde socialista, el de Ciempozuelos, acusado de ser cabeza visible de una operación parecida a la “Malaya” marbellí, y como de esto hay para todos, a Esperanza Aguirre se le olvidó recordar a los de Izquierda Unida, que también en sus trincheras hay un señor, que fue alcalde de Pinto, condenado en firme por un delito de prevaricación y que desde entonces y hasta el momento, sigue manteniendo escaño de concejal en este municipio. O sea, que hay para todos. Y esto exaspera los ánimos, desboca las pasiones y convierte un pleno de la Asamblea en un patio de vecinos, pero de aquellos de corrala, que eran los más animados, hasta el punto de que la presidenta de la Cámara tuvo que suspender ese pleno durante unos minutos para que se calmaran los ánimos.

Menos mal que hoy empiezan los carnavales. O no. Quiero decir que quizás la mascarada no dé una tregua a las tensiones y a las pasiones, y que al final don Carnal y doña Cuaresma acaben a la greña, a imagen y semejanza de la realidad.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios