"Lo ideal es que en adelante pueda jugar un partido por semana, lo que daría unos 30 partidos o más, y anotar cerca de 30 goles", afirmó el ex jugador del Real Madrid y del Barcelona en una entrevista publicada hoy por el diario 'O Estado de Sao Paulo'.
"Vamos a ver. No es tan fácil como las personas dicen, pero vamos a hacer lo máximo posible. Treinta es un buen número, me gusta, puede ser una buena meta", agregó el tres veces considerado mejor jugador del mundo y dos veces campeón mundial con Brasil.
Ronaldo, de 32 años, dice que en esa cuenta lógicamente hay que incluir los dos goles que ya anotó en los tres partidos que disputó con el club Corinthians brasileño desde que regresó a las canchas.
El jugador asegura que, pese a ya haberse recuperado de la cirugía en la rodilla a la que fue sometido en febrero del año pasado y al entrenamiento que realiza para recuperar la forma, aún no está en condiciones de jugar los 90 minutos de un partido.
"Creo que no es posible si es en un ritmo muy intenso. Pienso en dosificar, pero va a depender de la necesidad del partido", afirmó.
El jugador considera que aún le falta poco para volver a estar al 100 por ciento.
"Creo que estoy en el 80 por ciento. Falta perder tres kilos que aún están incomodando. Perder los primeros ocho es fácil, pero después perder otros tres es más difícil", admitió.
Agregó que, pese a la edad, confía en recuperar las arrancadas que lo hicieron famoso y con las que aumentaba su peligrosidad frente a los porteros adversarios.
"Las arrancadas volverán. Lo que es necesario es tener resistencia, regresar e intentar las arrancadas más veces de lo que estoy haciendo. La habilidad es lógico que existe. Uso los recursos que tengo en mi objetivo de anotar goles", dijo.
El delantero considera que fue totalmente adecuada su decisión de ponerle fin a su carrera internacional y firmar un contrato con el Corinthians, el segundo club más popular de Brasil después del Flamengo.
"Todo indica que hice la mejor cosa. Estoy feliz de haber tomado esa decisión, de encarar ese desafío. Nadie confiaba, todo el mundo creía que era pura propaganda y que al final yo no jugaría fútbol", afirmó.
"Pero de nada servía responder a esos comentarios. La mejor respuesta que un jugador puede dar es dentro de la cancha. Cuando uno hace su parte todo el mundo se calla y se traga lo que habló. El primer balance es muy positivo", dijo.
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