Una de las novedades que se presentan es una vivienda adaptada a las necesidades de estas personas
El Salón -que esta mañana ha inaugurado la consellera de Acción Social y Ciudadanía de la Generalitat, Carme Capdevila- presenta 19 proyectos tecnológicos en fase de pruebas, como sensores instalados en la ropa para controlar las constantes vitales y móviles que leerán las indicaciones de los medicamentos.
Otros prototipos mejoran el equilibrio y movimiento de los usuarios para hacer un seguimiento a distancia de sus actividades, alimentación y medicación; prestan ayuda domiciliaria a través de la televisión, también para sordos; y permiten sacar dinero del cajero automático a través del teléfono móvil.
Muchos de estos proyectos están financiados por el programa Ambient Assisted Living (AAL), dotado con 600 millones de euros entre 2008-2013 y cofinanciado por la Comisión Europea y los 23 países que lo integran -España da la segunda mayor aportación, con 4,4 millones-.
El evento, que cuenta con 200 expositores, incluye un prototipo de vivienda -el Hogar Avante- adaptada a las necesidades de salud y movilidad de las personas con discapacidad o en situación de dependencia.
Esta casa de 182 metros cuadrados permite encender o apagar las luces a través mirando a una pantalla, jugar a la videoconsola con movimientos de cabeza, y hacer una lista de la compra a través del móvil, entre otras ventajas.
También dispone de una cama que hace automáticamente los cambios de postura durante la noche, y de una cocina con servicios de teleasistencia que detectan fugas de gas y avisan a los familiares si el paciente se ha caído o no ha realizado en todo el día actividades cotidianas como abrir la nevera.
En la inauguración del salón, han participado el presidente de Fira de Barcelona, Josep Lluís Bonet; el presidente de Avante, Santiago Moreno; la coordinadora del Área de Bienestar Social de la Diputación de Barcelona, Àngels Nogué, y el director de Avante, Josep Antoni Llopart.