PP y PSOE, actúan al unísono

   De esta semana pasada, tan cargada de hechos noticiosos, destaco dos. Parecería que el PP y el PSOE en Madrid son el gato y el perro, el agua y el aceite, el sí y el no. Pues no.

  Hemos visto y aprobado el miércoles en el Senado  la reforma de la ley de Puertos. Presentamos 38 enmiendas. El PP y el PSOE, como si fuera un pasodoble, conjuntamente, 84. Conjuntamente. No nos admitieron ni una. Ni a nosotros ni a nadie. Dicen que los puertos vertebran España. Cuando les tocas la palabra España, los dos se ponen firmes. Y no nos han admitido ni una sola enmienda. Ni a CIU, ni a la Entesa, ni a nadie. Es una ley del PP-PSOE. ¿A que no hay esa impresión en la ciudadanía? Pues  no, porque no hay un periodismo sabueso que siga estos temas. Y la impresión es otra.

   Otro ejemplo.
  Deia informó de la pregunta que hice al gobierno del por qué no se pide perdón por el bombardeo de Gernika. “El Mundo” me sacó con una flechita bajando diciendo que confundía el tocino con la velocidad. Y yo tenía una argumentación muy sencilla. Si  el primer ministro Cameron que tenía cuatro años cuando ocurrieron los hechos terribles del "Domingo Sangriento", el "Bloody Sunday" en Derri, acaba de pedir perdón por la bestialidad de la policía británica, si Mauricio Funes, presidente del Salvador y miembro del Frente Farabundo Martí, ha pedido perdón como jefe del estado por el asesinato de Monseñor Romero por los escuadrones de la muerte del partido Arena, ¿por qué el gobierno español, no pide perdón por el bombardeo de Gernika atribuido a los propios vascos durante cuarenta años y siendo el actual Jefe del Estado el heredero de quien ordenó con los nazis aquella masacre?.

  Contestación socialista: "no procede. Ya tenemos la ley de la Memoria Histórica". La misma respuesta que me hubiera dado Rajoy o Aznar.

  Y lo más grave por comparación el presidente alemán Román Herzog, pidió perdón, y nada tenía que ver ni con la Legión Cóndor, ni con Hitler.

  Finalizó su petición de ésta manera:

 “Yo quiero asumir ese pasado y reconocer expresamente la culpa de los aviones alemanes involucrados. Les dirijo a ustedes como sobrevivientes del ataque y testigos del horror vivido mi mensaje conmemorativo de condolencia y duelo.

   “Evoco el recuerdo de aquellas personas a las que aquel día en Gernika les fue quebrada la felicidad de su vida, destrozada su familia, destruido su hogar, robada su vecindad. Comparto con ustedes el luto por los muertos y heridos. Les ofrezco a ustedes, que todavía llevan en las entrañas las heridas del pasado, mi mano abierta en ruego por la reconciliación”. Esto dijo el presidente alemán.

   Ésta es la realidad de una transición política española que se rió de las víctimas del franquismo y la realidad de un partido socialista que en temas llamados de estado, español por supuesto, actúa exactamente de la misma manera que el P.P. Como un frente, como una pared, como un muro, en el que rebotan todas las pelotas. La España que te sigue helando el corazón.