Hablemos de pacto

Que Mariano Rajoy va a ganar las elecciones, haya o no haya más debates televisivos 'cara a cara', es algo que se da por descontado. Es el cambio que viene y sospecho que ningún debate va a impedirlo. Lo que lamento es que no tengamos a la vista un segundo encuentro de los dos principales candidatos a La Moncloa, en el que se puedan introducir más preguntas de la calle. Estoy seguro de que una de ellas, o varias, versarían sobre el pacto. Son muchos los españoles que piensan que el PP y los socialistas, sea o no con Rubalcaba al frente, deben anunciar ya el panorama de acuerdos a los que forzosamente tendrán que llegar.

Ya sé que la distancia entre la Grecia incumplidora y falseadora de sus datos y la España que, a trancas y barrancas y en medio de sus errores, hace los deberes, es enorme. Menos mal. Pero, al final, y tras varias inconcebibles piruetas políticas, en Grecia han forzado un Gobierno de coalición hasta las elecciones. Porque de una crisis como la que nos atenaza solamente se sale unido: menos mal que solamente quedan doce días para que, aquí en esta España preelectoral, uno siga acusando al otro de propiciar quién sabe qué futuros (y acaso, horror, inevitables) recortes sociales, para que el otro acuse al uno de cuanto ocurrió en el pasado. En la noche del 20-n, ya esa misma noche de euforia para unos y depresión para otros, alguien tenderá una mano a alguien y alguien recogerá esa mano. Y toda esta algarabía quedará olvidada. En esa esperanza vivo.