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Las navidades de Urdangarín

Las navidades de Urdangarín

sábado 17 de diciembre de 2011, 11:34h
No nos podemos quejar de que, en el presente período navideño, nos falten asuntos de relieve y de interés. Todo lo contrario: La sustitución y el relevo del Gobierno y en el Palacio de la Moncloa, los nuevos diputados y senadores, la  negativa, y el correspondiente recurso de Amaiur por verse rechazado como grupo parlamentario con todos los derechos, lo que se supone que nos va a anunciar Rajoy dentro de unas pocas horas, en su debate de investidura...   Pero nada de esto, con ser cada una de ellas una cuestión de gran relieve y trascendencia, es capaz de ocupar y reducir las dimensiones del que ya es el gran escándalo de nuestros días, los negocios del yerno del Rey, Iñaki Urdangarín, hoy delegado de Telefónica en Washington. No hay día sin nuevas revelaciones sobre el personaje, y cada una de ellas ahonda en el conocimiento de los manejos del personaje y, al mismo tiempo,  nos reduce "el misterio" del que vivíamos rodeados...  Por ejemplo, nos nos ha relstado el diario El País que la Casa del Rey ya contactó, nada menos que en 2007, -hace casi cinco años-  con el bufete de abogados catalán Bergós, para "poner en orden" las actividades de Iñaki Urdangarin, que para entonces facturaba varios millones de euros a Administraciones públicas con sus empresas privadas y con el instituto sin ánimo de lucro que presidía. Lo que equivale a decir que don Juan Carlos y doña Sofía conocían desde hace mucho tiempo esos negocios nada ejemplares del yerno... y trataron de que se mantuvieran en la discreción y el silencio. Durante todo un lustro, "los negocios nada santos" del yerno, llegaron a ser "materia reservada", asunto de la mayor discreción, y tema exclusivo para los muy conocedores de los asuntos más íntimos del Estado. Hasta que alguien, no hace muchos meses, decidió romper ese misterio y ese silencio, y empezó a trasladar a la opinión pública, en pequeñas dosis, todo un  escandalazo aún de dimensiones no plenamente conocidas, pero que nadie duda de que seguirá creciendo y engordando. Pocos dudan de que, roto el misterio, se terminará reclamando el mayor rigor y el pago de todos los desmanes conocidos o imaginados. Ya ha comenzado a solicitarse la devolución de los dineros del Estado o de sus entes autonómicos, que se llevó por delante el Instituto Noos y otras sociedades de la trama del yerno. La Corona pidió al bufete de abogados que estudiara la situación de las actividades del duque y los juristas recomendaron la posibilidad de englobarlas bajo la cobertura de una fundación, al igual que el resto de los miembros de la familia real, según fuentes de la investigación. La iniciativa de la Casa del Rey surgió como consecuencia de las primeras preguntas que la oposición al Gobierno de Jaume Matas formuló en el Parlamento balear a cuenta de los eventos que organizada Urdangarín para esa comunidad autónoma. Se sabe ahora, por ejemplo, que un juzgado de Palma investiga desde agosto pasado a Urdangarin en relación con una supuesta malversación de caudales públicos y fraude a la Administración. Hay que recordar que el duque de Palma logró dos contratos por 2,3 millones de euros para organizar congresos sobre turismo y deporte en las islas. Lo hizo como presidente de Nóos, un instituto "clasificado" como "sin ánimo de lucro", pero que desviaba el dinero público conseguido del Gobierno balear hacia empresas privadas con ánimo de lucro propiedad del propio Urdangarin. El ya famosísimo yerno, sobre quien comienzan a divulgarse los chistes más sangrientos, abandonó el instituto Noos en junio de 2006. Su esposa, la infanta Cristina, también formaba parte de la junta directiva como vocal, puesto que dejó en la misma fecha. Solo unos meses después, la Casa del Rey intentó poner en orden todo el conglomerado empresarial creado por Urdangarin, que dejó de visitar instituciones para lograr contratos. Con toda seguridad, el Rey sospechaba las eventuales consecuencias que, para la imagen de la Casa Real, podría tener la revelación de los negocios de su yerno,m y por ello procuraba que se mantuvieran "en el limbo" del conocimiento popular... Y posiblemente por eso mismo se gestionó el traslado a Washington de personaje y familia tan "peligrosas". Porque no hay duda de que la Infanta que quedado perfectamente tiznada y manchada por los negocios de su marido. ¿O no se enteró de que ambos estaban percibiendo dineros abudantísimos, y que ambos habían adquirido, para residencia habitual, un palacete barcelonés por siete millones de euros?  Se repite una historia reciente: La de la exalcaldesa de Pozuelo, Ana Mato, que declaró que no sabía nada del regalo de un Jaguar que la Trama Gurtel había regalado a su esposo, el alcalde Jesús Sepúlveda.  Ana Mato ha continuado "haciendo carrera" y prosperando en la dirección del PP, como si con ella no fueran las historias del Jaguar ni las de su ex esposo. ¿Cómo alguien puede llegar a ejercer esa clase de olvidos memorables y de escisión del cerebro en dos partes, llamado por los psiquiatras esquizofrenia? Parece evidente que doña Cristina no tendrá más remedio que verse separada de la familia real, para que la tal familia pueda pervivir y recuperarse del mazazo que significan los negocios del yerno y su aspiración insaciable de disponer de más y más ingresos...
Urdangarín proclama, también este sábado, que nada tiene que ocultar. En declaraciones que recoge El Mundo ha asegurado, textualmente: "Yo no tengo nada que ocultar, jamás he hecho negocios privados», según le oyeron decir estos días a Jaime de Marichalar en un salón madrileño. No es la opinión de la mayor parte de la opinión pública española, empezando por la de su muy estimado y estimable suegro...
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