La columna de Gema Lendoiro: "Soraya ya se ha topado con la Santa Madre Iglesia (¡Ay Señor!)

Ya vengo yo hoy preparada para recibir cera. Lo asumo. Que vaya por delante. Pero es que después de haber sopesado bien la noticia que hoy nos cuentan el impresentable, no me queda más remedio que, de nuevo, ir en contra de la línea editorial de mi propio periódico (y de las ideas de mis compañeros de redacción con los que acabo de discutir el temita).

Dice Blázquez que Soraya no es la persona más adecuada para decir el pregón de Semana Santa porque no está casada por la Iglesia. Bueno, no es un cisma ni nada grave. En realidad es una soberana estupidez porque no conlleva demasiada importancia pero puestos en materia hay que reconocer que es una coherencia. Es verdad que la Iglesia peca de múltiples incoherencias. Ya decía Gila que había que ver como era el Vaticano y ¡habían empezado con un pesebre! Vale, en eso estamos de acuerdo. Pero que sean incoherentes en muchos aspectos no indica que lo sean en todos sobre los que se pronuncian. Soraya se casó con un hombre que estaba soltero, es decir, no había impedimento eclesiástico para casarse por la iglesia, luego si lo hizo por lo civil es de suponer que la causa es porque no es creyente, no es practicante. Entonces, ¿qué pinta dando un pregón de Semana Santa? No mucho aunque sí es cierto, reitero, que tampoco es tan grave.

Lo que sí es más chocante es ver a parejas bautizar a sus hijos cuando no se han casado por la Iglesia. O casarse por la Iglesia porque queda más mona la ceremonia. O llevar a tus hijos a un colegio religioso o del Opus Dei por motivos de clase económica. Y, por supuesto del lado contrario, estar casado por la Iglesia, ir a misa los domingos con la señora y los niños y los martes por la noche copeando y poniendo cuernos. Que estos ojitos de la que firma han visto eso "cienes y cienes" de veces. En fin, incoherencias todas las padecemos. Es un mal muy común. Lo difícil es encontrar gente coherente en la vida. Ya lo dijo Jesús, "el que esté libre de pecado..."

Soraya, hija, cásate por la Iglesia. Y si no lo haces, ni se te ocurra bautizar al niño Iván que la tenemos. Ya ves que, hagas lo que hagas, siempre se te critica. Es lo que tiene estar en el poder.

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