POLÍTICA: Rajoy convierte a CiU en socio 'preferente' para ahuyentar la imagen de 'rodillo'

Después de estos primeros cien días de gobierno los resultados de esa alianza con CiU son evidentes y palpables. El grupo catalán, al igual que ha hecho en otras ocasiones -durante la primera legislatura de Aznar y durante la segunda de Zapatero-  se ha convertido en un 'socio' parlamentario estable para Mariano Rajoy. Ese apoyo se barruntó antes incluso del debate de investidura del líder del PP. El primer gesto de Rajoy fue recibir en su despacho del Congreso al portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida. En aquella reunión le adelantó que sus prioridades iban a ser el control del déficit público, la reforma laboral y la reestructuración del sistema financiero y que esperaba contar con su apoyo. A cambio, el PP daría 'estabilidad' al Ejecutivo de Artur Mas en Catalunya, aunque el máximo interés de CiU era cerrar un  'pacto fiscal' con el Gobierno central encaminado a que le otorguen más ingresos a Catalunya.

Esta alianza con CiU comenzó a mediado de enero cuando el Gobierno logró con su apoyo sacar adelante el primer paquete de medidas de ajuste, muy duras y criticadas por los sindicatos y los partidos de izquierda. Ese plan de ajuste incluyó el aumento del IRPF y del IBI y un recorte del gasto de 8.900 millones de euros. "CiU es europeísta y consciente de los deberes que la UE se ha impuesto", se justificó durante el debate el diputado del grupo catalán, Josep Sánchez Llibre, que aseguró que apoyaban el decreto por "responsabilidad" y "coherencia política", pese a admitir que no estaba de acuerdo en todo, como en el incremento del IBI. El diputado nacionalista catalán consiguió el aplauso del PP, lo que no suele ser muy usual en el Parlamento.


El PPC ayuda a sacar los Presupuestos a Mas

La recompensa de Rajoy por ese primer gesto llegó un mes después. El PP  se abstuvo en Cataluña durante la votación de los Presupuestos del Gobierno de Mas, lo que propició su aprobación. La dirigentes del PPC, Alicia Sánchez Camacho, satisfecha en su nuevo papel de 'socia imprescindible', declaró: "este es un compromiso político de presente y de futuro y a quien le moleste que el PP sea determinante en Cataluña, que se vaya acostumbrando".

Un día después, en el Congreso de los Diputados, los nacionalistas catalanes cierran nuevamente filas con el Gobierno de Rajoy votando a favor de la reforma financiera. Bien es verdad que esa norma recibió el respaldo también de CC, UPN, Foro Ciudadano y PSOE, apoyo que sirvió al líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, como ejemplo a su anunciada "oposición útil" y para defenderse de las críticas lanzadas desde el Gobierno por su alineamiento con los sindicatos en otros asuntos, como la reforma laboral, rechazada por su dureza por todos los grupos de la izquierda, incluso por UPyD.


UPN y CC, los otros socios de Rajoy

Sin embargo, CiU volvió a demostrar el día del debate de la reforma laboral que estaba dispuesta a seguir respaldando al Gobierno del PP. El decreto recibió también en esta ocasión el voto favorable de UPN, partido regionalista navarro con el que Rajoy reeditó en las pasadas elecciones generales el pacto electoral en la Comunidad Foral roto por Miguel Sanz, anterior presidente autonómico y exlíder del partido. El acuerdo conllevaba el apoyo al Gobierno del PP en Madrid por parte de UPN, cuyo único diputado, Carlos Salvador, no obstante, se instaló en el Grupo Mixto. Pero la reforma laboral contó incluso con el espaldarazo de FAC, la formación de Álvarez Cascos, lo que augura un posible - aunque complicado- acuerdo en Asturias entre ambos partidos el próximo 25 de marzo tras las elecciones autonómicas.

El último exponente de ese alianza de CiU con el Gobierno de Rajoy tuvo lugar la semana pasada durante el debate del  techo de gasto, considerado la  base de los Presupuestos Generales del Estado que serán presentados por el Ejecutivo el 30 de marzo, una vez celebrados los comicios andaluces y asturianos. En aquel pleno, CiU decidió exhibir otra vez una "abstención constructiva", postura que secundaron - también de nuevo- CC y UPN, los 'otros' aliados de Rajoy. Curiosamente, ambos partidos mantienen en sus respectivas comunidades un pacto de gobierno con los socialistas en una extraña 'bipolaridad' política.


El 'toma y daca' entre PP y CiU

Un día después, el Gobierno de CiU veía compensado con creces su 'generosa' y 'responsable' actitud en Madrid. Artur Mas lograba sacar adelante en el Parlamento catalán, gracias a la abstención del PPC, la Ley de Medidas Fiscales y Financieras, que incluye nuevos impuestos y la creación de dos nuevas y polémicas tasas, una turística y otra farmacéutica.

En contraste, las relaciones del Gobierno con el PSOE se han ido tensando cada vez más. Sobre todo después de la decisión del partido de Rubalcaba de secundar las numerosas protestas en la calle que los sindicatos UGT y CCOO han convocado contra la reforma laboral y mostrándose además comprensivo con la huelga general que ambas centrales han fechado para el 29 de marzo. No obstante, los socialistas no ocultan que cuando pasen las elecciones autonómicas posiblemente la relación con el Gobierno se 'relajará' un poco. De momento, la 'oposición útil' de Rubalcaba se va a limitar a dar respaldo al Gobierno en Europa y en todo lo que se refiera a la política antiterrorista. En los demás, la batalla está asegurada.