El Día de la Música se cierra con el club de fans de Xabi Alonso

Una de las primeras citas fue con la arriesgada propuesta de Julia Holter, la cantante estadounidense ofrecía las canciones de su reciente 'Ekstasis', uno de los discos del año para la prensa internacional, acompañada de un teclado, un chelo y una batería. Lo suyo entra de lleno en la nueva moda de rememorar a Kate Bush, aunque desde un enfoque muy original.

La gran disyuntiva de la jornada, sobre todo para quien esto escribe, era elegir entre Alejandro Escovedo y Spoon, dos de los proyectos más importantes de los últimos años, que la organización hizo que coincidiesen a la misma hora. Ya que los de Britt Daniels tocaban al aire libre, la primera opción fue Escovedo, toda una leyenda del género americana, elegido artista de los años 90 por la biblia del género 'No depression'. La cita comenzó con puntualidad británica, con un Escovedo demostrando toda su clase y criterio. A partir de la segunda canción no se andó con rodeos y desató toda una avalancha rockera. Sensación de concierto grande, con el mejor sonido de todo el festival, una banda entregada y un malestar en la tripa por estar perdiéndome a Spoon. Tras cuarenta minutos magistrales, carrera hacia el escenario principal para ver a una de las bandas fundamentales de los últimos años. Con un repertorio a la altura de muy pocos grupos, quizás ninguno, en el festival, fueron sonando 'The delicate place', 'You goy yr cherry bomb' o 'The Underdog' pero el sonido no era nada bueno y la cabeza todavía estaba con Escovedo. Nueva carrera al otro escenario para contemplar el final de fiesta del que es, por derecho propio, el mejor concierto del Día de la Música. La explosiva 'Castanets' levantó, literalmente, a la gente de sus asientos y dejó ganas de más.

La cita más esperada del día era el reencuentro con uno de los discos que marcaron la década de los 90, el 'Deserter´s songs' de Mercury Rev. Si bien es un disco mucho más nocturno e invernal que propio de un festival, la banda estuvo a la altura del reto y sintió cada nota como si lo acabasen de componer. Derroche de entrega por su parte que permitió disfrutar como si fuese la primera vez de canciones como 'Holes', Tonite it shows', 'Opus 40' o la gloriosa 'Goddess on a hiway'.

Según terminó el concierto se produjo el momento surrealista del festival, el partido de la Roja comenzaba a proyectarse en una pantalla mientras Love of Lesbian tocaban en el escenario principal. El club de fans de Xabi Alonso ganó al de John Boy y los goles del madridista retumbaron por todo el recinto. Los catalanes se lo tomaron con filosofía y realizaron el concierto de más duración del festival. El final del partido coincidió con el final del concierto y tanto los futboleros como los fieles de Love of Lesbian se quedaron contentos con los suyos.

Maximo Park entegó sus píldoras de tres minutos para celebrar la clasificación a semifinales. El suyo es un caso extraño, entregaron un gran disco de debut con 'A certain trigger' pero no respondieron a las expectativas con sus siguientes dos trabajos. Ahora la publicación de una cuarta entrega, 'The national health' parece haberles revitalizado. Los mejores momentos llegaron, como no podía ser de otra manera, con las canciones de su primera y última obra, con especial atención para 'Going missing', 'Take me home' o 'Apply some pressure'.

El balance de la cita, ha sido de menos gente que hace un año pero aun así gran afluencia de público, y un recinto, el Matadero de Madrid, que se ajusta perfectamente a este tipo de festivales. Esperemos que se convierta en cita fundamental, tras arreglar algunas cosas como los horarios. 

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