Tras el baño de medallas, por supuesto femeninas, salvo Gómez Noya, del martes, ¿turno para los hombres este miércoles? Opciones tienen, pero también muchas dificultades. Más en los deportes de equipo, como balonmano y baloncesto -con la terrible Francia como rival-, y waterpolo -contra Montenegro-, que intentarán ganarse los cuartos... de final. También puede ser el turno de Rodríguez Cal en piragüismo.
La explosión medallera puede continuar este miércoles para la delegación española, después de varios días de 'secano' rotos este martes con tres preseas oficiales y la de waterpolo femenino, oro o plata, también asegurada al haber alcanzado las chicas la finalísima tras derrotar a Hungría. Pero es turno de los hombres, cuyas expectativas, en principio superiores a las de las féminas, han encallado fracaso tras fracaso. Con algunas excepciones, dos de las cuales, están en condiciones de sumar este miércoles un par de medallas más.
Será en piragüismo con
David Cal, en C-1 sobre mil metros, y de
Francisco Cubelos, en K-1 sobre la misma distancia. Ambos han pasado a la final, que se disputa en la mañana de este miércoles, y ambos alcanzan esta ronda definitiva con opciones. En el caso del gallego Cal, incluso, con la posibilidad de ser el deportista con más medallas olímpicas de la historia española, pues a su ya importante cifra de cuatro ganadas en anteriores Juegos, añadiría la quinta.
Y después será el turno para tres deportes de equipo en los que aspiramos a meternos en la pelea definitiva por las medallas, para lo cual hay que ganarse los cuartos. Los cuartos de final, que disputan los chicos de
Scariolo en baloncesto (17,15 horas), los de
Valero Riberta en balonmano (15,30 horas) y los siempre destacados del waterpolo (15,30). Eso sí, no lo van a tener nada fácil, claro.
Porque la decepcionante selección de baloncesto, tras las derrotas con Rusia y (la sospechosa) Brasil se las verá con una Francia que aspira a derrotarla por primera vez desde que juega
Pau Gasol, pero que se encuentra en mucho mejor momento. Porque la ilusionante escuadra balonmanera es algo inferior también a su rival galo, actual campeón del mundo y olímpico, pero España siempre se ha batido a tope y puede dar la sorpresa. Y nos queda el waterpolo, con otro enemigo complicado, Montenegro, pero al que se es algo superior, lo que habrá que demostrar en la piscina.
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