Montoro, "dame argo..."

La cosa está tan malamente que no soy solo yo el que no llego a final de mes. Como yo están ahora mismo casi la mitad de las familias andaluzas que, por una u otra causa, han visto sus sueldos (si es que los tenían) recortados por la Administración, por Hacienda o por el IVA galopante que nos ha colocado Rajoy a la vuelta de las vacaciones. La situación no es que sea grave, que lo es, sino que puede empeorar aún más. Como decía el famoso chiste de la Virgen: "Virgencita, virgencita, que al menos me quede como estaba". Fijense adonde hemos llegado que la Junta de Andalucía, que hasta hace escasos días defendía que su liquidez era envidiable, no ha tenido más remedio que acudir al Gobierno central para que le preste mil millones de euros a fin de poder pagar las nóminas de este mes. De momento no es un rescate como el catalán o el valenciano, pero se parece mucho y me da a mí que Pepe Griñán ha acudido al anticipo porque no tenía más remedio. Ya nadie le fia a la Junta, ni siquiera las "Cajas amigas" que han caido todas en manos de catalanes o vascos. De aquí al denominado FLA (Fondo de Liquidez Autonómica) va solo un paso. Menos mal que la economía andaluza, según la consejera Martínez Aguayo, no tenía problemas de liquidez, que si los llega a tener vemos a Griñán y a todo su Ejecutivo, inclidos los de IULV-CA, vendiendo los muebles del Palacio de San Telmo en el Mercadillo del Charco la Pava.

Es lo que tienen los políticos que mienten más que hablan. Recuerdo que días después de las elecciones andaluzas del 25-M, asistí a una conferencia que dio la consejera de Salud, María Jesus Montero, en el Foro Nueva Economía. En esos momentos circulaban fundados rumores de que la Junta había tenido que pedir créditos a grandes empresas para poder costear el gasto sanitario y pagar su deuda con las farmacias. Así se lo hice saber a la consejera quien se mostró indignada con mi pregunta señalando que la sanidad andaluza gozaba de excelente salud financiera y que todo eran bulos de la derecha que lo que pretendía es cobrar los medicamentos y privatizar la Sanidad pública. Item mas. Hace tan sólo una semanas, cuando el Gobierno central puso en marcha el llamado "medicamentazo" por el cual se iban a cobrar 661 fármacos (la mayoría de ellos laxantes) que hasta ahora era pagados por la Seguridad Social, la consejera del ramo lanzó su "contramedicamentazo" afirmando con dos pares de optalidones que en Andalucía no se cobrarían. Ja. Desde hace tres días, en Sevilla, en Jaén, en Huelva, en Almería, en Granada, en Málaga, en Córdoba o en Cádiz, los andaluces tenemos que pagarlos de nuestro bolsillo lo mismo que los madrileños, los catalanes o los gallegos. Donde dije digo, digo Diego y lo que te rondaré morena porque como acudamos al fondo de rescate, que no vamos a tener más remedio que hacerlo antes o después, las condiciones de gastos en los próximos presupuestos de la Junta de Andalucía van a ser examinadas con lupa desde Madrid.

Visto lo visto aquí todo el mundo cuece habas y le echa la culpa del desastre al enemigo. Rajoy dice que no cumple su programa porque Zapatero le dejó el país hecho unos zorros con una deuda y un déficit inasumible; Griñán le echa la culpa de su incapacidad para crear empleo y de la falta de liquidez de la Junta a Rajoy; los alcaldes del PP culpan a la Junta y a Griñán de los enormes déficits que soportan las capitales andaluzas, y al final, quien siempre paga el pato es el ciudadanos de a pie que es quien tiene que rascarse el bolsillo para pagar las enormes deudas de unos y de otros, además de las suyas propias. Y todos culpamos a Angela Merkel de tenernos bajo su mano de hierro apretándonos cada día más el cinturón de la crisis. Sería necesario que alguien, Rajoy, Rubalcaba, Griñán, los alcaldes y los ciudadanos dejáramos ya de buscar culpables del desastre (aunque haberlos, haylos) y nos pusiésemos a trabajar para recuperar los años perdidos. La solución no la tiene ni Botín ni Sánchez Gordillo, sino los cuarenta y ocho millones de españoles que sufrimos los recortes. A lo mejor si nos pusiésemos de acuerdo, lográbamos, entre todos, sacar adelante a este país en ruinas y nos olvidábamos de una puñetera vez de la dichosa prima de riesgo.

Mientras tanto, y para salir del paso, me veo a Pepe Griñán vestido de gitana en las puertas del Banco de España, esperando que salga Montoro para decirle aquello tan andaluz de "hermoso, dame argo..."