Dos hombres, un símbolo

De vez en cuando alguien tiene a bien darnos una buena noticia que nos hace olvidar siquiera unos minutos a la maldita "prima de riesgo", a los vaivenes del euro, a las declaraciones siempre amenazantes del presidente del Bundesbang o del ministro de Economía de Alemania acogotando a España, o a las cifras del paro que nos suelen dejar sin aliento.

   En esta ocasión, la buena noticia se ha cocinado en Asturias donde el jurado Príncipe de Asturias ha decidido que el galardón deportivo de este año sea para dos futbolistas: Casillas y Xavi Hernández.

Lo cierto es que tanto Casillas como Xavi caen bien a la inmensa mayoría de los españoles. Ambos son dos chicos normales, que han llegado a la cima gracias a su talento y a su esfuerzo pero sin perder de vista quienes son.

   Los dos son ricos y famosos amen de admirados por miles de chavales dentro y fuera de España, y solo por eso me parece a mí que tienen una responsabilidad social que pasa por dar ejemplo precisamente porque son un modelo para muchos niños y no tan niños.

Me parece a mí que lo mejor de ambos es esa imagen de normalidad que dan. No tienen ademanes de divos ni comportamientos incorrectos en el campo de juego y sobre todo han sido capaces de elevarse y elevar a sus compañeros de las miserias que a veces provoca la rivalidad entre sus dos equipos de fútbol. No lo han tenido fácil y puede que incluso hayan sufrido la incomprensión de esos compañeros, pero al final su bonhomía y sentido común se han impuesto.

   En un momento en que hay políticos empeñados en azuzar el enfrentamiento entre Cataluña y el resto de España y que amenazan con rayos y trueno, será un alivio ver a un futbolista del Barça y otro del Madrid recoger un premio compartido por los valores que representan tanto dentro como fuera del campo.

   Quizá quienes han votado conceder este premio a Xavi y a Casillas han tenido precisamente en cuenta lo mucho que nuestro país necesita en estos momentos que se ponga en valor lo que nos une frente a quienes no cejan de agitar diferencias inventadas pero que a fuerza de repetirlas pueden terminar cristalizando.

   Y es que aún estamos padeciendo las consecuencias de la conducta irresponsable de Rodríguez Zapatero para con Cataluña con su promesa de aceptar cualquier cosa que le plantearan desde esa comunidad, además de haber dado alas a Esquerra, bendiciendo el desastroso "gobierno tripartito" formado por Esquerra, socialistas e Iniciativa. De aquellos lodos vienen estos barros en los que encontramos a CiU, que día sí día también amenaza con echarse al monte mientras agita la bandera de la independencia. Lo malo de esa bandera es que hay personas de buena fe, sobre todo jóvenes, convencidos que Cataluña sola no tendría problemas y que su maltrecha economía se arreglaría de la noche a la mañana. Y está por ver qué va a suceder la próxima semana, el día 11, durante la celebración de la Diada.

   Por eso, en medio de tantas convulsiones, resulta un alivio que Xavi y Casillas reciban el Premio Príncipe de Asturias y podamos verles recogerlo juntos. Algo es algo, y a veces las cosas más sencillas se convierten en un símbolo, en este caso será un símbolo de concordia.