sábado 22 de septiembre de 2012, 13:56h
Las disputas entre las nacionalidades históricas,
Cataluña y País Vasco fundamentalmente, y el Estado central no son de
ahora, vienen de muy atrás. En una conversación para un libro de Planeta
sobre España, Manuel Fraga me lo recordó con claridad: de los
cuatro problemas gordos que tenía España hace un siglo, queda uno por
resolver, el territorial. Los otros tres están encauzados: uno es la
forma de Estado, ya que la monarquía no está en discusión; otro es la
religión, que fue un problema tremendo, como se vio en las guerras
carlistas, también en la Guerra Civil del 36, y el tercero es el modelo
económico y social, compartido, con matices, por gobiernos
socialdemócratas y conservadores, incluso ahora que hay crisis del
propio sistema. Queda, pues, el cuarto problema: el territorial, aunque,
claro, como apuntaba también el fundador del PP, habernos quitado tres,
tampoco está mal.
No reconocer el problema territorial de España, lejos de ser una solución, es un error que se suma al propio problema. En eso Fraga demostraba
tener al menos un buen conocimiento de la historia y perspectiva
política suficiente para gestionar ese cuarto problema no resuelto.
Ideas suyas como la administración única en las comunidades o el Senado
de corte federal siguen estando ahí.
La visión panorámica de Fraga
prueba que no es necesario ser independentista o nacionalista para
entender la dimensión del problema territorial de España, de ahí que
sorprenda tanto la simplificación que hacen ese gran problema algunos de
sus alumnos del PP, cuando lo reducen todo a un asunto de dinero o a
una mala gestión de CiU y del tripartito en la Generalitat. Ojalá fuese
todo un problema financiero, porque eso se compra. Ya lo intentó Felipe González con Jordi Pujol cuando
le preguntó cuánto cuesta el hecho diferencial, sin obtener respuesta.
La salida pasa por el diálogo y el pacto, dado que la solución -si
existe- debe ser multilateral o cuando menos bilateral; nunca
unilateral. Entre otras cosas, porque no sería viable ni para unos ni
para otros.
Fundador y editor de Mundiario, también es columnista de la agencia Europa Press. Tertuliano de TVG y Radio Galega, colabora en La Región. Dirigió Capital, Xornal y La Voz de Galicia. Ex director editorial de Grupo Zeta. Autor del libro Cómo salir de esta. Coeditor del Anuario del Foro Económico de Galicia.
Twitter: @J_L_Gomez
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