Las extrañas arMAS de Mas

Artur Mas, el molt honorable president de la Generalitat de Catalunya, sigue metiendo la pata: su alusión a que el Estado (España) "no podrá utilizar las armas" para frenar el proceso soberanista que se propone abrir si gana las elecciones catalanas del 25 de noviembre, es intolerable. Y un grave error: saca el debate del ámbito político para sugerirlo, aunque haya sido de pasada, en otros derroteros que nadie quiere; no, desde luego, el Estado español al que Cataluña pertenece y, diga lo que diga Más, seguirá perteneciendo.

Mas se ha lanzado a una vía peligrosa de confrontación, y el hecho de que se niegue a comparecer con los demás presidentes autonómicos para dar cuenta de lo tratado en la Conferencia que se celebra este martes en el Senado, es un dato añadido: de momento, un claro desprecio a los periodistas 'de Madrid' y un guiño a la prensa 'catalana', de la que está sugiriendo, en algún caso con razón, una cierta complicidad con la deriva que está patrocinando al regazo de la populosa manifestación de la Diada, el pasado 11 de septiembre.

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