viernes 12 de octubre de 2012, 09:07h
Ha fracasado, torpedeada por los nacionalismos, la fusión de las
empresas EADS y BAE Systems en lo que hubiera podido ser un gigante con casi
cien billones de dólares de facturación; la primera del mundo en muchos campos
como la aeronáutica o los misiles; hubiera empleado a 220.000 personas
fabricando productos tecnológicamente punteros, como los Airbus o los cazas
Eurofighter. En tiempos de crisis y reducción de presupuestos de defensa, la
fusión hubiese hecho más competitiva a la industria europea, eliminando
duplicidades, aprovechando sinergias y reduciendo gastos de personal en torno a
un 15 %. Cuando la competencia con
Boeing o Lockheed Martin se hace feroz, y la industria rusa, agrupada en
Rosoboronexport, incrementa la agresividad de sus políticas comerciales, es
esencial para los europeos unirse ganando masa crítica en un mundo de gigantes.
Pero la fusión ha fracasado. Cierto es que los obstáculos eran muy
grandes, pues se necesitaba el visto bueno de los estadounidenses, reacios al
mantenimiento de los paquetes accionariales de los gobiernos europeos en la
nueva empresa y a la financiación pública de la misma. Las mismas presiones de
los lobbies aeronáuticos y de tecnología de defensa norteamericanos en
Washington dificultaban la fusión, lo cual nos da una idea de la escasa
independencia real de la que gozan los países pequeños actualmente. Y Europa es
cada vez más pequeña ante la emergencia de los BRIC's (Brasil, Rusia, India y
China). Como para fragmentar más el mosaico nacional europeo con nuevas
independencias.
Se pensó también en las previsibles trabas de Gran Bretaña, siempre
tan nacionalista y partidaria de aislarse del continente, pero en este caso no
fueron las ínfulas británicas de andar solos por el Mar del Norte las que
dinamitaron el acuerdo.
París controla el 15'1 % de EADS a través de SOGEADE, y el grupo francés
Lagardère controla otro 15,1%, y no estaba dispuesta a ceder a las demandas
alemanas para llevarse las oficinas principales a Munich, aunque DaimlerChrysler
detenta otro 30,2%. Por su parte, los británicos rechazaban las pretensiones
franco-alemanas de sentar a sus representantes en el consejo de administración
de British Aerospace, y Alemania recelaba de las ambiciones francesas sobre el
control del accionariado de la nueva compañía, enfrentándose a la perspectiva
de perder influencia y poder en la nueva empresa. Muy especialmente, la
canciller Ángela Merkel se ha opuesto a la fusión. Los gobiernos de Alemania,
Francia y Gran Bretaña tenían derecho de veto, y los tres han puesto todo tipo
de obstáculos durante las negociaciones, pero ha sido Berlín quien lo ha hecho
efectivo, al estar en desacuerdo con el porcentaje del accionariado que
quedaría en manos francesas y con la localización de las oficinas de la dirección
del grupo.
En suma, han sido los egoísmos nacionalistas los que han hecho
fracasar esta fusión, en la cual el papel español hubiera quedado aún más
diluido de lo que ya es en EADS, aunque, por el momento, Airbus Military sigue
radicándose en España, fundamentalmente en Madrid y Sevilla. El porcentaje que
tiene actualmente el Gobierno en EADS, a través de la Sociedad Estatal de
Participaciones Industriales (SEPI), es del 5'4 %.
La obvia pregunta del millón es que si la influencia de Europa decae,
y la de España se diluye entre los grandes ¿Cuál sería la de una Península
Ibérica dividida en cuatro pequeños estados rivalizando entre sí como ahora lo
hacen Londres, Berlín y París?
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Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (2)
14399 | B T-M - 12/10/2012 @ 18:27:16 (GMT+1)
Gracias por su comentario, señor Kroker. No me parece mala su idea del chivo expiatorio y echar la culpa de todo a esas islas tan lejanas.
¿No era canario el toro que mató a Manolete?
Y ya en serio, la comparación con una Grecia histórica desangrada por las guerras entre sus polis hasta que Roma se la come con "garum" es muy similar a la de una Europa cada vez más débil en un mundo de gigantes que siguen creciendo. Y qué coño, me gusta una Europa donde se pueda rodar "La vida de Brian", las niñas puedan estudiar y las "Pussy Riot" cantar lo que quieran o donde quieran sin acabar en la cárcel y no haya pena de muerte ni que enseñar el creacionismo en las escuelas.
14391 | kroker13579 - 12/10/2012 @ 14:54:58 (GMT+1)
Resulta evidente que Europa no ha enterrado del todo sus demonios nacionalistas, siguen ahí y por lo visto gozan de buena salud; máxime cuando en los últimos años ha sido Alemania por mano de ese portento de la política la doña Merkel, la que ha hecho que los viejos recelos sobre su país, haya brotado con una virulencia que no se conocía desde la Segunda Guerra Mundial. A Europa le podría pasar como a España, que "entre todos la mataron y ella sola se murió". Está claro que el corto placismo de los políticos europeos, mayoritariamente de derechas, y su correlato español con peperos y nacionalistas de derechas en el poder o a punto de estarlo (CiU/PNV), su falta de proyecto común que aglutine las voluntades de todos por encima de intereses nacionales, brilla por su ausencia.
El discurso es echarle la culpa a los demás; Alemania, Francia y Gran Bretaña (con su coro d enanos alrededor) se la hecha a los países del sur de Europa. En ellos, las regiones ricas echan la culpa a las pobres del sur (no esquilman, los jornaleros andaluces prefieren estar en el bar y cosas por el estilo, la mafia italiana corroe el sur de Italia). Al final mucho me temo, a fuerza de bajar hacia el sur, que los culpables de todo seamos las regiones más alejadas de la UE, y que seamos nosotros los canarios los culpables de la crisis, pero bueno, cosas más difíciles se han oído.
Que Europa ha perdido tamaño es evidente, pero no por culpa de sus ciudadanos, sino por la cantidad de enanos políticos que la gobiernan. Las antaño poderosas instituciones europeas, han quedado relegadas a un papel de comparsas patéticas de los gobiernos del triunvirato anglo-franco-alemán, y el resto nos limitamos a asentir a las decisiones de los mismos; la Comisión o el Parlamento han perdido peso, y eso a la larga será la tumba de la UE, pues los recelos nacionalistas emergerán incluso con más fuerza (no ha nada peor que un desengaño).
De todas maneras, acostumbrados como estamos a tanta mentira de los políticos de turno, ya nada nos sorprenderá, ni siquiera el Catón de Cartagena independiente.
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