Hay días peores que otros, y en ese caso, puede uno poner cara de circunstancias o arrugarse y meterse en el propìo caparazón y esperar a ver si deja de llover... Rajoy parece, esta vez, haber decidido lo primero: sonreír ante la adversidad y no darse por aludido. Como si no fuera con él. Es tiempo electoral...
En la
exposición de los resultados de las elecciones de este domingo, en muchos
titulares de prensa, hay mucha afición
al ataque de personas, mucha animadversión "previa" y anterior a los resultados
mismos. En suma, muchos deseos ocultos contra personas cuyo liderazgo ha podido
quedar en situación delicada o difícil. Por ejemplo, Rubalcaba no se presentaba
a las elecciones, y para algunos, no hay duda de que es el gran perdedor. En
otros casos, el vencedor claro e inequívoco ha sido Rajoy, incluso más que Feijóo o Urkullu...
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El
País: el desplome socialista da aliento a Rajoy e impulsa el soberanismo en
Euskadi. Feijóo amplía la mayoría absoluta
en Galicia,pese a sumar menos votos
que en 2009. El PNV de Urkullu se impone en el País Vasco con EH Bildu como segunda fuerza
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El
Mundo: el soberanismo vasco arrasa mientras Feijoo salva a Rajoy: El PSOE de
Rubalcaba se derrumba en las dos comunidades
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ABC:
Abrumadora victoria de Feijóo. Las políticas de austeridad no castigan al PP,
que amplía su mayoría absoluta en
Galicia en tres escaños. El PSOE, con un grave problema de identidad se
desploma en Galicia y el País Vasco. El PNV tiene que elegir entre PSE y Bildu
para poder gobernar. El derrumbe de los socialistas de Patxi López abre de nuevo las puertas del palacio de Ajuria Enea a los
nacionalistas liderados por Iñigo Urkullu
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La
Vanguardia: Galicia rescata a Rajoy. El presidente coge aire en su tierra, con
la mayoría absolita de Feijoo. Los populares suben tres escaños mientras los
socialistas se hunden. En Euskadi, el PNV vuelve a gobernar. Urkullu buscará
pactos ocasionales en el Parlamento con el PSE o Bildu. La izquierda abertzale
irrumpe como segunda fuerza en la Cámara. El gobierno respira y Rubalcaba acusa
el revés. El Ejecutivo de Rajoy cree que
la victoria de la Xunta le permite dar una imagen de fortaleza en Europa. El
liderazgo del PSOE se ve debilitado tras la debacle gallega y el descenso en la
Cámara de Vitoria. CiU recuerda a PP y PSOIE que España no es uniforme.
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El
Periódico de Cataluña: Galicia, Aire para Rajoy. Feijoo amplía la mayoría
absoluta. El PP no se resiente del desgaste por los recortes, incluso mejora
los resultados. El PSG pierde siete
escaños y el nuevo partido de Beiras supera al BNG. En Euskadi, giro soberanista. Los nacionalistas volverán a Ajuria Enea.
Bildu desbanca a los socialistas como
segunda fuerza del Parlamento vasco. Urkullu podrá gobernar con pactos
concretos con el PSE a la izquierda abertzale.
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La
Razón: Aval absoluto a Rajoy. La mayoría conseguida en Galicia por Feijoo respalda la política anticrisis del PP frente
a la izquierda, que intenta deslegitimarla en la calle. Rubalcaba hunde al PSOE. El descalabro de los
Pachis en Galicia y País Vasco abre la
guerra por el liderazgo socialista. El
País Vasco abre la primera grieta independentista. Los proetarras llegan al
Parlamento como segunda fuerza.
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La
Gaceta: Rubalcaba se hunde, Feijoo arrasa y el separatismo copa el País
Vasco. El PP revalida la mayoría
absoluta en su feudo gallego a pesar del desgaste de Rajoy. Beiras irrumpe con
fuerza en el Parlamento gallego y parte en dos el nacionalismo radical de la
región. El PNV gana, con los proetarras de Bildu como segunda fuerza y el PSOE
relegado a tercera posición. Los independentistas ocupan dos tercios del
Parlamento vasco tras el retroceso de PSOE y PP. El descalabro socialista en las dos autonomías cuestiona el liderazgo
de Pérez Rubalcaba. Fracaso del PP y el PSOE
L hora de movilizar el voto españolista en el País Vasco. Esperanza
Aguirre carga en Twiter contra el
tribunal Constitucional por la decisión de legalizar EH Bildu. Y arranca un
editorial en portada, titulado La herencia última de Zapatero.
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La
Voz de Galicia: Feijoo se supera. El PP refuerza su mayoría absoluta con 41 escaños. El PSOE,
liderado por Pachi Vázquez, pierde siete diputados y se queda en 18. El BNG de
Jorquera, sólo conserva siete de los 12 parlamentarios que tenía. En el País
Vasco, los nacionalistas suman 48 de los 75 diputados, y socialistas y
populares se desploman. Beiras vuelve y
vence al Bloque
-
El
Correo: El PNV gana con holgura en un Parlamento de amplia
mayoría abertzale. EH Bildu sumó 21 parlamentarios, mientras el PSE se
quedó con 16 y el PP con 10. UPyD, por su parte, mantuvo su único
representante. EB perdió el escaño con el que contaba . Mintegi:
"Es hora de pensar como pueblo y parar las imposiciones de Madrid". Patxi
López: "No hemos logrado movilizar a nuestras bases y eso explica los
resultados" El candidato socialista
reconoce que los 16 escaños logrados por su partido no eran los que esperaban y
explica que la "fuerte confrontación nacionalista" ha polarizado las
elecciones
- EL CORREO.- Las fuerzas nacionalistas son mayoría en el nuevo
Parlamento vasco. El PNV recuperará el Ejecutivo autonómo tras un paréntesis de
tres años de gobierno del socialista Patxi López. La formación liderada por
Iñigo Urkullu ha logrado 27 escaños, 3 menos que en 2009 y 11 por debajo de la
mayoría absoluta, aunque los suficientes como para asegurarse el regreso a
Ajuria Enea. EH Bildu se ha convertido en la segunda fuerza con 21
representantes -4 tuvo Aralar y uno EA en 2009-; el PSE-EE ha obtenido 16 parlamentarios
-9 menos-; el PP, 10 escaños -3 menos-; UPyD ha reeditado su escaño, y EB ha
desaparecido de la Cámara vasca.
Poco después de conocer los
resultados definitivos, Iñigo Urkullu compareció anoche ante los simpatizantes
del PNV que se habían acercado hasta Sabin Etxea, que le recibieron con una
gran ovación. El líder 'jeltzale' dijo que, a partir de hoy, trabajará en la
"fórmula" para liderar el próximo Gobierno Vasco y se comprometió a
llegar a acuerdos para superar la crisis económica, afianzar la paz y la
convivencia, y buscar un "nuevo proyecto político compartido para
Euskadi".
El PNV consiguió ayer no solo
recuperar el Gobierno vasco, sino también frenar el empuje de la izquierda
abertzale, la otra gran triunfadora de la noche. EH Bildu desbanca al PSE y se
consolida como segunda fuerza del arco parlamentario. La candidatura encabezada
por Laura Mintegi ha obtenido 21 asientos en el Parlamento vasco tras haber
recibido 276.469 votos, una cifra menor que la vaticinada por los sondeos de semanas
atrás.
El PSE-EE pasa a ser la
tercera fuerza vasca, tras perder más de 104.000 votos. Esta derrota profundiza
en la crisis que vive el partido socialista desde la debacle en las pasadas
elecciones generales. De los 25 diputados que le permitieron gobernar la pasada
legislatura con el apoyo del PP, López baja a 16 y el 19,5% de los votos, 11
puntos menos que hace tres años.
El PP de Antonio Basagoiti
tampoco salva los muebles ante la oleada nacionalista. Pierde 3 diputados de
los 13 logrados en 2009, una caída que supone haber recibido 16.000 sufragios
menos. Por último, UPyD mantiene el escaño logrado en los penúltimos comicios.
Será el PNV el que decida con
quién quiere gobernar o incluso si opta por hacerlo en solitario con acuerdos
puntuales con otras fuerzas. Urkullu podría así intentar reeditar los pactos con
los socialistas de la década de los 80 y principios de los 90, aunque primero
debería reconstruir los puentes rotos durante tres años de férrea oposición al
Gobierno de Patxi López. Las matemáticas también hacen posible un pacto con EH
Bildu, aunque parece poco probable.
En Bizkaia se ha impuesto el
PNV con 11 escaños, seguido por Bildu con 6. El PSE ha bajado a la tercera
fuerza política con 5, mientras que el PP ha logrado 3. Los socialistas han
perdido 3 parlamentarios respecto a las anteriores elecciones en Bizkaia, el
PNV 1 y el PP otro. El PNV ha ganado en Bilbao con 64.766 votos (36,93%),
seguido del PSE-EE con 34.845 (19,86%), el PP con 29.461 (16,79%) y EH Bildu
con 27.829 (15,86%).
El PNV también ha ganado las
elecciones en Álava. A los 7 escaños del PNV se suman 6 de EH Bildu, segunda
fuerza, mientras que el PSE-EE se queda con 6, el PP con 5 y UPyD consigue su
único escaño. El partido ganador en Vitoria ha sido el PNV, con 25.797 votos
(22,61%), seguido del PSE-EE con 24.756 papeletas (21,70%); el PP con 23.921
(20,97%); EH Bildu 22.263 (19,51%) y UPyD, con 4.659 (4,08%).
En Gipuzkoa, se ha registrado
un empate técnico a 9 parlamentarios entre PNV y EH Bildu. A gran distancia se
sitúa el PSE-EE con 5, mientras que el PP logra 2 escaños. El PNV ha sido la
primera fuerza en San Sebastián, seguido por el PSE-EE, mientras que EH Bildu,
que ahora gobierna en la ciudad, ha pasado a ser la tercera fuerza y el PP la
cuarta.
LA VOZ DEGALICIA.- Alberto Núñez Feijoo se ha convertido, salvando la carambola
andaluza, en uno de los pocos gobernantes europeos que en los últimos dos años
han logrado resistir en las urnas al tsunami de la crisis. Si nos abstraemos de
los sólidos cimientos electorales que el PP construyó en el fraguismo, los
resultados del 21-O, mejores en todas las provincias que hace
tres años y medio, se podrían interpretar como un aval de los gallegos a la
política de austeridad de Rajoy y Feijoo. O, dicho sin eufemismos, al
sacho en la educación, la sanidad y los sueldos, de momento. Otra forma de
verlo es que la parte más conservadora de la disputada bolsa de indecisos se ha
impuesto y ha elegido malo conocido, más cuando la otra opción era, no ya un
bipartito ni un tripartito, sino hasta un posible cuatripartito. Si en el 2009
el experimento Touriño-Quintana acabó como acabó, habrá pensado esa parte del
electorado, mejor pisar sobre seguro, aunque lo que es seguro es que durante
todavía algún tiempo iremos a peor. El hartazgo, el habitual desapego de la
política, en Galicia puede calificarse ya de indignación. En su gran noche,
Feijoo no debería olvidar que un millón de gallegos no han encontrado a quien
votar. Curiosamente, la participación ha sido más alta en la provincia de A
Coruña, donde Beiras encabezaba la lista por AGE, y donde sin duda se ha hecho con buena
parte de esa bolsa de indignación. Es decir, que en torno a 1.200.000
electores, el 45 % de la población con derecho a voto, no se ve reflejado en
ninguna de las tres fuerzas que han convivido en el Parlamento de Galicia en
los últimos veinte años.
Al margen del duro varapalo que supone esa altísima
abstención, ni el Gobierno de San Caetano ni el de La Moncloa pagan precio
alguno por lo ocurrido en los últimos once meses. Los grandes damnificados son
dos partidos que del 2005 al 2009 desgobernaron Galicia y que en los cuatro
siguientes, ajenos a la crisis que golpeaba afuera, olvidaron que había que
volver a las urnas. Los socialistas pagan carísimo el experimento de Pachi, un parche que iba a ser temporal hasta
el esperado desembarco de José Blanco, y que se convirtió en solución de
urgencia tras el episodio de la gasolinera de Guitiriz.El nacionalismo culmina
su desintegración, y desde mañana tendrá que trabajar en redibujar su nuevo
mapa. La UPG siempre ha vivido más cómoda en su
minoría, al margen de la gran realidad social, pero Beiras ha demostrado que un
discurso nacionalista no es incompatible con llenar auditorios. El problema del
BNG es que no ha sabido entender, y si lo ha
entendido le ha dado igual, que el argumento en esta ocasión no era la lucha
identitaria, sino de clases. Y por eso Beiras ha conectado mejor con un
electorado joven a quien la ortodoxia del Bloque jamás consiguió ilusionar así.
El último análisis debe dejar a un lado las siglas: los resultados de Beiras,
con una candidatura que se armó hace mes y medio, tumban muchos mitos de la
politología pret a porter actual y
dejan a la altura del betún a alguno de los grandes profetas de esa ciencia en
Galicia, expertos que el lunes asesoran a la gran esperanza nacionalista, el
jueves adiestran al aspirante accidental del PSdeG y el sábado por la noche dan vueltas en
las norias de la telebasura. La resurrección del viejo profesor de Economía,
enterrado por el quintanismo, pero que ahora, es cierto, se podrá morir
tranquilo, evidencia la ruptura de una buena parte de la ciudadanía con la
clase política actual. Que no con los políticos. Al margen de la vigencia de su
ideario, Beiras es el último mohicano de una generación quizás idealizada por
el paso de los años, pero que carecía de los principales defectos que han
llevado a la sociedad a romper con ese gremio. En España, en Galicia, nos hemos
acostumbrado a unos políticos nacidos ya en democracia, amamantados en las
juventudes y nuevas generaciones de sus partidos, que desde la facultad no han
conocido otra cosa que el escaño, el palco VIP, el coche oficial... pero de
quienes aún esperamos la primera idea para mejorar el mundo. Políticos que
hablan por boca de su WhatsApp, conectados como terminales robóticas a los
aparatos de sus partidos, y a los que cada vez les gusta menos contestar
preguntas. Ganaremos todos si el 21-O representa un punto de inflexión en la
forma de hacer política, con Beiras o sin Beiras.
EL MUNDO.- Ni crisis económica, ni subida
de impuestos, ni los innumerables recortes a las políticas sociales han conseguido hundirle.
Mariano Rajoy no sólo sigue a flote, sino que se muestra firme y mantiene el
rumbo. Las gallegas no eran unas autonómicas más, tenían sabor a generales y el
presidente lo sabía -hasta Esperanza
Aguirre se ha dejado ver-. Caso
distinto es el País Vasco. Se intentaba disimular, pero había inquietud. Feijóo y
Rajoy sólo coincidieron en el
primer y en el último acto. Fueron muchos los que apuntaron a la estrategia del
candidato gallego de alejar al presidente del Gobierno de esta campaña. No
obstante, el vencedor de los comicios no ha dudado a la hora de dedicarle unas
palabras en su discurso: "A pesar de las dificultades, [Rajoy] está
gobernando con responsabilidad. Sin él, esta
victoria no hubiera sido posible".
No obstante, de una manera u otra, el resultado no deja lugar a dudas: la nueva
mayoría absoluta de Alberto Núñez Feijóo, con 41 escaños (tres más que en los
comicios del 2009) da un margen al presidente que puede interpretarlo como un
aval para continuar con sus políticas y centrarse en el polémico rescate.
Muchos esperaban que estos comicios siguieran la línea andaluza y
mostraran a Rajoy el descontento de la calle. Pero el golpe de las urnas ha
sido poco más que una caricia. Lo sucedido en Andalucía, se quedó en Andalucía. Aquella noche
María Dolores de Cospedal, repitió hasta tres veces el "resultado
histórico" de su partido, pero por mucho que lo repitiera, los números le
daban la espalda. Algo que fue interpretado por la oposición como el principio
de su caída. Nada que ver con la reflexión que anoche hacía el PSOE y donde
hablaba de "analizar
los resultados sin excusas".
Tras la reforma laboral, la subida del IVA y las continuas políticas de
recorte, estas autonómicas podían haberle dado a Mariano Rajoy un dolor de
cabeza mucho mayor que su segunda
huelga general en menos de un
año de mandato. Pero no hubo ni sustos ni sorpresas. No se puede ignorar que Galicia es un feudo
histórico del PP, pero muchos apuntan a un voto en clave
autonómica. Aunque la misma Cospedal haya calificado la victoria de
"triunfo histórico" y subrayara que ese resultado es un
"respaldo a las políticas del PP de toda España". El resultado en el
País Vasco, poco o nada tiene que ver. El Partido Popular parecía esperarlo. Basagoiti ha perdido
tres escaños de los 13 que consiguió en 2009, pero ha asegurado
que "seguirá trabajando por sus votantes. Por aquellos vascos que también
son españoles". También ha reconocido que su formación "quería haber
tenido más escaños aunque la situación fuera electoralmente muy compleja"
y ha dicho que "con una mayoría entre PNV y Bildu" es "más
importante que nunca el discurso y la firmeza del PP". Falta un mes para
que se cumpla un año desde aquella noche de
récords electorales. Los mejores
de la Historia del PP y los peores de la Historia del PSOE. Este domingo se
repitió el color de ganadores y perdedores, aunque el rostro de Rajoy y
Rubalcaba hubo que imaginarlo.
EL PAIS.- Esta vez no fue
como en las elecciones andaluzas. Esta vez las encuestas acertaron, y la noche
electoral se hizo negra en la calle de Ferraz. El
PSOE se desplomó ayer en los comicios de País Vasco y Galicia y, ahora sí, tendrá que afrontar el hecho de que
lleva meses perdiendo apoyo ciudadano a pesar del fuerte desgaste del Gobierno
de Mariano
Rajoy. La dirección federal achacó el mal
dato en Euskadi a la irrupción de Bildu -que modifica todo el reparto del poder
de los años en los que las marcas abertzales
postBatasuna fueron ilegales- y el de Galicia a la elevada abstención. Pero
solo esos dos elementos no explican el dato: el PSOE es, de lejos, el partido
más castigado por las urnas. El descalabro -una caída de 10 puntos porcentuales
en las dos comunidades- es bastante peor de lo esperado. La derrota tiene tres
consecuencias inmediatas para el primer partido de la oposición. La práctica:
al perder Euskadi, se queda solo con dos Gobiernos autónomos, de 17: Andalucía
(con IU) y Asturias; gobierna sobre 9,5 millones de personas, el 20% de los 47
millones de españoles. La política: en un momento en el que el Ejecutivo del PP
está acometiendo los mayores recortes de la democracia -y pagándolo en las
encuestas-, los socialistas han comprobado que eso no les basta a ellos para
remontar y dejar definitivamente atrás la debacle electoral de 2011. Durante
esta campaña, el argumento principal del PSOE ha sido que Alberto Núñez Feijóo era la versión gallega, idéntica como dos gotas de
agua, de Rajoy, y que si los ciudadanos apartaban de la Xunta al PP el
presidente del Gobierno se vería a forzado a cambiar; Feijóo,
sin embargo, no solo ha ganado: ha arrasado.
La consigna de campaña se ha vuelto contra los socialistas.
La tercera consecuencia, la interna: si hay
sectores del PSOE pensando en discutir el liderazgo de Alfredo Pérez
Rubalcaba -algo difícil de saber, porque
hasta ahora han permanecido en silencio-, es probable que aprovechen este
momento: no tanto para moverle la silla de secretario general cuanto para
iniciar la batalla de la candidatura a las generales, sean cuando sean. Para
fijar, en fin, la tesis de que con Rubalcaba al frente el partido no despega,
sino todo lo contrario (incluso en Andalucía y Asturias, aunque se logró el
Gobierno, el PSOE bajó en votos). Anoche, algunos socialistas abrieron ya la
veda en Twitter.
El exalcalde de San Sebastián Odón Elorza
pidió una "catarsis". La exministra Beatriz
Corredor, una
"verdadera, profunda" reflexión. La también
exministra María Antonia Trujillo fue más tajante: "Esperando que Rubalcaba
anuncie su dimisión", escribió. Carme Chacón se limitó a declarar: "Tiempos
difíciles"; y a enviar su apoyo a los
socialistas vascos y gallegos. "Por supuesto que no", respondió el número tres
del PSOE, Óscar
López, cuando compareció para valorar los resultados y le preguntaron si
Rubalcaba se planteaba dimitir. López admitió que el resultado de anoche es
"malo", pero subrayó que, de las cuatro elecciones celebradas los socialistas
han salido bien parados en la mitad (Andalucía y Asturias). Y añadió: "El PSOE
ha celebrado un congreso hace ocho meses. Esta dirección tiene [un mandato de]
cuatro años, y va a seguir haciendo una oposición útil". Prometió que el
partido reflexionará "con serenidad" y puso el énfasis en el "distanciamiento"
de sus votantes: "Esta vez hay que escuchar a la abstención. Ha lanzado un
mensaje".
, cuando compareció para valorar los resultados y le preguntaron si
Rubalcaba se planteaba dimitir. López admitió que el resultado de anoche es
"malo", pero subrayó que, de las cuatro elecciones celebradas los socialistas
han salido bien parados en la mitad (Andalucía y Asturias). Y añadió: "El PSOE
ha celebrado un congreso hace ocho meses. Esta dirección tiene [un mandato de]
cuatro años, y va a seguir haciendo una oposición útil". Prometió que el
partido reflexionará "con serenidad" y puso el énfasis en el "distanciamiento"
de sus votantes: "Esta vez hay que escuchar a la abstención. Ha lanzado un
mensaje".