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Conmemoración en el Senado del XXXIV Aniversario de la Constitución

'¿Vascos y catalanes? No ha fallado ninguno: simplemente no han venido'

"¿Vascos y catalanes? No ha fallado ninguno: simplemente no han venido"

jueves 06 de diciembre de 2012, 15:45h
"¿Vascos y catalanes? No ha fallado ninguno: simplemente no han venido"; esas ausencias, y la defensa cerrada de la Constitución por parte de Rajoy y de los presidentes del Congreso y del Senado fueron algunas de las notas que nos ha dejado la conmemoración del XXXIV aniversario de la aprobación de la Constitución Española. En los habituales corrillos en la Cámara Alta, donde se ha celebrado por primera vez este aniversario, los temas abordados fueron los de siempre: la Constitución y su (no)reforma, el déficit público, los desahucios, el rescate a la banca y a España y hasta la situación interna del PSOE, incluido el cuestionamiento del liderazgo de Rubalcaba.
En estas conmemoraciones no resulta extraño que se formen extraños corrillos, y hasta algunos vis a vis en los que no es extraño escuchar algo parecido a '¿y... qué hay de lo mío?'. El XXXIV aniversario de la aprobación de la Constitución se ha celebrado por primera vez en el Senado, dado que el Congreso está en obras, y su presidente, Pío García-Escudero, alentó la esperanza de que tal evento se repita cada dos años: 'Mitad para el Congreso, mitad para el Senado', le veino a decir, con otras palabras, al presidente de las Cortes Generales, Jesús Posada.

Como es natural, en esta conmemoración -más apretada de lo normal, dado que el espacio es menor en el palacio de la Plaza de la Marina Española- se hallaba la crème de la crème. Las notas contestatarias las pusieron los grupos de indignados, por un lado, y de trabajadores de Telemadrid, por otro, que abucheaban desde los cordones de seguridad a los políticos, especialmente a los del PP, Mariano Rajoy incluido, y muy especialmente a la presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP, Dolores de Cospedal.

Paralelamente, Cayo Lara, como representación de la izquierda real, se acercó al Senado para decir que 'yo no vengo a esto, porque no hay nada que conmemorar, así que me voy': "Hoy no tenemos nada que celebrar de la Constitución Española; quienes sí tienen que celebrarlo son los banqueros", dijo a los medios de comunicación a la entrada de palacio, se dio media vuelta y se fue.

Y la tercera nota discordante fue, claro está, la sonada ausencia de catalanes y vascos en esta conmemoración: No es que no estuvieran -que no estuvieron- los presidentes in péctore de Euskadi, Iñigo Urkullu, y de Cataluña, Artur Mas, sino que tampoco estuvieron ninguno de los diputados o miembros de las Mesas del Congreso y del Senado por CiU o por el PNV. A un portavoz parlamentario del PP le preguntamos por estas ausencias.; un portavoz con mucha guasa, como podrá observarse: "¿Vascos y catalanes? No ha fallado ninguno: simplemente no han venido?". Es decir, hicieron lo previsto.

¿De qué hablaron Rudí y De Guindos? ¿Y Rajoy y Ana Botella?

No estaba prevista, pues, la asistencia de un nacionalismo que, al decir de los populares, ha pasado la raya de lo excluyente. Sí han estado casi todos los demás presidentes autonómicos y algunos alcaldes de grandes ciudades, que han aprovechado los vis a vis para preguntar aquello de '¿qué hay de lo mío?'. Así se ha podido ver, por ejemplo, una curiosa conversación entre la presidenta aragonesa, Luisa Fernanda Rudí, y el ministro de Economía, Luis de Guindos, que estuvo muy solicitado, aunque no tanto como su colega de Hacienda, Cristóbal Montoro, por razones obvias.

Pero, para curioso, el careo que tuvieron por espacio 20 minutos el presidente Rajoy y la alcaldesa Madrid, Ana Botella. ¿De qué hablaban? ¿De Esperanza Aguirre, de las candidaturas a la Alcaldía y a la Comunidad Autónoma, del Madrid Arena, del desastre económico que ha dejado Ruiz-Gallardón en el Ayuntamiento de Madrid? Puede que de todo un poco.

Los corrillos más solicitados fueron, claro está, los del presidente del Gobierno, Mariano Rajo; la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba. En los 'corrillos' de Rajoy, el presidente matizó en cierta forma unas declaraciones que había realizado a la entrada, según las cuales la Constitución "está plenamente vigente", por lo que descartaba implícitamente la posibilidad de su reforma: "Es un marco que debemos conservar para los próximos años", decía en ese momento. En el 'corrillo' periodístico matizó que está dispuesto a hablar de un cambio constitucional, pero en el momento preciso y siempre y cuando exista un amplio consenso al respecto.

Rubalcaba y los 'siete candidaditos'

Simultáneamente, en otro ángulo de la sala, el líder oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, hablaba también de la reforma constitucional, pero para decir que había que abrirla hacia el federalismo que demandaba la sociedad y que podía cerrar, según él, capítulo territorial. Teniendo en cuenta lo dicho por Rajoy, y lo aseverado asimismo por los presidentes del Congreso y del Senado en sus discursos, parece que el federalismo de Rubalcaba tendrá que esperar unos cuantos años.

Por lo demás, tanto Rubalcaba como otros líderes socialistas -desde Fernández Marugán a Benegas, pasando por Soraya Rodríguez o, incluso, Diego López Garrido- achicaban agua respecto a la riada de preguntas sobre los conflictos internos que vive el PSOE: han surgido tantos 'liderazgos' para sustituir al de Rubalcaba que ya nada es creíble dentro de esa formación política. El último nombre en sumarse al bulo o a la rumorología, el de Joan Mesquida, antiguo director general de la Policía y de la Guardia Civil, cuya 'candidatura' era replicada de esta manera: "Bueno, el único que parece quererlo es Joan Mesquida".

Lo cierto es que con Mesquida se acercan ya a siete los candidatos que dicen que hay para suceder a Rubalcaba: antes de que Mesquida sacara él mismo su candidatura, se hablaba de Patxi López, de Eduardo Madina, de Carme Chacón, de Emiliano García Page, de Tomás Gómez y de otro candidato increíble, como puede serlo Griñán, que, aunque está juegando a la sucesión, no es para su aspiración personal, pero a quien algunos meten en la lista.

Por su parte, en su corrillo particular, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aprovechaba, con un evidente buen humor, para hacer pura agit-prop (agitación y propaganda) de la labor de Gobierno, cosa que ya es difícil con la que está cayendo. Pero, en fin, ella vendía como espectacular algo que se presentará este viernes en Consejo de Ministros: una especie de estadística seria y fiable sobre los desahucios en España, cuántos han sido y por qué. Es decir, por qué ha fallado el sistema como primer punto para buscar soluciones. Una buena parte del corrillo se dedicó a (no)dar explicaciones de por qué las ruedas de prensa tras el Consejo de Ministros son tan misteriosamente largas en la exposición inicial y tan enigmáticamente cortas en el turno de preguntas. La vicepresidenta lo achacó a una 'cuarta dimensión', o algo parecido.



 
 
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