Resumen de la Feria de Albacete: Respeto a la afición

 Primero, por encima de todo, y a años luz de lo que ha ocurrido prácticamente en todos los cosos, resaltar la asistencia masiva de los aficionados que han llenado los tendidos todas las tardes, debido, fundamentalmente, al pliego elaborado por el Ayuntamiento que en su cláusula 9ª del Pliego de Prescripciones Técnicas contempla los precios especiales para jóvenes, parados y jubilados. Todo un éxito. Enhorabuena para el servicio de Cultura Festejos y Asuntos Taurinos. Con este pliego, con cualquier gestor, la concurrencia de contribuyentes hubiese sido la misma.

Es preciso reconocer que la afición a los toros no se adquiere -pero sí se encauza con un Pliego de Condiciones- de forma masiva en una temporada, sino que es el fruto de los muchos siglos de su Feria, de los buenos toreros que ha tenido Albacete y de lo que han trabajado las distintas Asociaciones que han emergido como respuesta a los éxitos de los coletudos. En Albacete y provincia se ha hablado y se habla de toros durante todo el año. En la actualidad, por lo mucho y bien que trabajan, como muestra, el Club de Abonados con todas sus actividades culturales, premios y, sus exitosos, Pistos Taurinos, la Unión de Abonados con sus trofeos, actividades y Charlas, la Peña Taurina Tarazona con sus actividades culturales, publicaciones y Jornadas Taurinas. Se equivoca el que manifiesta, es posible con alguna intención, que la afición es fruto de una circunstancial y determinada decisión.

Creemos que la facilidad en el precio para el acceso a la plaza ha sido el objetivo para que los nuevos y jóvenes aficionados, vuelvan. Pero también, todos los participantes, diestros, picadores, banderilleros y la casta y bravura de los toros, como condiciones fundamentales, deben transmitir al respetable, las ganas y emoción necesarias en este espectáculo para que el aficionado salga de la plaza ilusionado y toreando. Esto quedó reflejado en distinta medida y por supuesto con distintas condiciones de los bicornes, en escasísimas faenas.

Un respeto para estos abonados y aficionados que días antes de salir el primer toro, en las arcas de los gestores han depositado, aproximadamente 1.500.000 de euros, prácticamente el presupuesto de toda la feria. Para que esto subsista en el tiempo, la última palabra en la programación debe ser la suya. Por esta circunstancia, euros, la confección de la cartelería debe contar con su aprobación. Dicho esto, el planteamiento, programación y resultado ha sido, como era de esperar, decepcionante. Esta es la realidad y el sentir de todos los aficionados y abonados. 

En cuanto a novilladas, con la plaza llena las dos tardes, el objetivo a cumplir debe ser el máximo posible. Los novilleros que figuren en los carteles deben ser los de Albacete, que siempre cumplen, los triunfadores de temporadas anteriores y los de la que se trate. En el Pliego de Prescripciones, en cuanto a intercambio, sólo se refiere, cláusula 4ª, apartado (a), a intercambios convenidos en novilladas de promoción. Si se deben intercambiar puestos en otras ferias, que no sea con el dinero de los aficionados de Albacete. No se puede aprovechar la feria, y por tanto sus abonados, para esos apaños.

En el apartado de corridas, independientemente del resultado posterior, malo por cierto, las combinaciones, y lo dijimos en su momento, no eran del interés de los que asisten y pasan por taquilla, es posible que para los que de esto viven y están en nómina les resultasen atractivas. Las figuras de los matadores se deben medir con las figuras y no con un rejoneador, este debe competir con los de su escalafón. Ha sido este año la primera vez en muchas temporadas que la corrida de rejones no era uno de los carteles más atractivos de la feria. 

Qué pintaba un torero de Albacete, con un prometedor futuro, en una corrida dura, con un matador en una triunfal temporada con este tipo de encastes. Los mano a mano y mixtas deben ser excepcionales y no en corridas de dos espadas. Evidentemente en esta plaza hay artistas que no gustan, los percibimos más cómodos en otros escenarios.

En Albacete, el que debió hacer doblete, Manzanares, y debieron estar, El Juli, en dos tardes -sí en dos tardes-, César Jiménez, Gómez del Pilar, Gonzalo Caballero, Román y la ganadería de Pedrés. O de qué vale triunfar en los ruedos, si en una feria importante, a plaza llena, no te avala para que te contraten. En el apartado de premios, como torero triunfador, único acreedor, Manzanares. El Club de Abonados de Albacete ha declarado desierto el Trofeo al Mejor Toreo al Natural.

En cuanto al ganado, muy bien presentado por delante, pero de desigual presentación la mayoría de las tardes.  El trofeo al Molino de la Bravura, no se entregará. La Unión de Abonados ha dejado desierto el premio a la mejor corrida. El premio que concede el servicio periférico de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes de la JCCM al toro más bravo de la feria se ha concedido al toro "Esperón" de Victoriano del Río con ocho votos a favor frente a la opción de declararlo desierto que obtuvo siete. Esto da idea de lo acontecido en el ruedo. Habrá que tomar nota para años sucesivos.

La feria de Albacete se debe confeccionar con las figuras, triunfadores y locales, que los hay, muy buenos, por cierto. Por supuesto, en los carteles no deben figurar aquellos toreros, incluso que hacen doblete, que piensan, ¿para qué me voy a entregar y voy a complacer a los que han pagado por venir a verme si el año que viene me van a volver a contratar dos tardes?

También es necesario, por el bien de la Fiesta, y porque así se deben hacer las cosas, consultar opiniones, gustos y planificación de la feria con los aficionados, tanto de ganaderías como de toreros, y que estos sepan que lo suceda en el ruedo tendrá respuesta inmediata en la plaza, pero que también los abonados tendrán memoria para la contratación del año siguiente.

Por último, UN RESPETO para el que paga y se sienta, si puede -porque el espacio que tiene en Albacete para poner sus posaderas es más estrecho que el se contempla en el reglamento- en el tendido, porque si todos estamos de acuerdo que esto es un arte, la sensación y emoción que percibimos cada uno de nosotros es distinta, y por tanto sacamos el pañuelo para pedir los trofeos de forma distinta. Si por algunos fuera ningún coletudo cortaría trofeos, nunca airean el blanco. Ya está bien la distinción entre público y aficionado. Es en el único espectáculo en el que se hace esta clasificación, por supuesto, de forma peyorativa, tratándolo de analfabeto taurino. No creemos que para ir a una corrida de toros haya que ir a Salamanca. Sólo con la pasta de los aficionados, haría siglos que esta FIESTA hubiera desaparecido.