Polémica en la final de la Copa Sudamericana: el Sao Paulo, campeón por la retirada del rival al descanso

El centrocampista Lucas, que se despidió del "tricolor paulista" para jugar a partir del próximo año en el París Saint Germain, y el joven atacante Osvaldo marcaron para los dueños de casa a los minutos 22 y 27, respectivamente.

El partido de esta noche en el estadio Morumbí, disputado ante 65.000 espectadores que colmaron el mayor escenario deportivo de la ciudad, venía con el precedente de un juego violento la semana pasada en Buenos Aires, cuando ambos equipos empataron 0-0 en el estadio La Bombonera en el choque de ida.

El autobús de Tigre fue recibido en el Morumbí por los hinchas de Sao Paulo con pedradas y el clima de hostilidad continúo en los minutos siguientes.

Al final del primer tiempo, un altercado entre jugadores de ambos equipos provocó las expulsiones del local Paulo Miranda y del visitante Gastón Díaz, en un amague de pelea que obligó a intervenir a la Policía y de los agentes de seguridad privada del estadio.

Cuando el Sao Paulo y el árbitro chileno Enrique Osses se disponían para comenzar el segundo tiempo, los delegados de Tigre anunciaron la negativa de los jugadores a continuar con el encuentro al alegar que algunos futbolistas argentinos habían sido agredidos por el personal de seguridad del Morumbí.

Osses dio un plazo de 5 minutos y ante el fallido intento de reiniciar el compromiso, el chileno decretó el final anticipado del encuentro.