www.diariocritico.com
Nochebuena de la crisis

Nochebuena de la crisis

domingo 23 de diciembre de 2012, 12:03h
Para todos los juguetes rotos de la crisis, para los que se han quedado sin trabajo, para los que ya no cobran ningún subsidio, para los que no vislumbran ninguna salida, para los que ya han acumulado un desánimo de siglos y han perdido casi todas las esperanzas. 

Para los sin techo, los que duermen entre papeles, para los desahuciados. 

Para los inmigrantes irregulares que no sólo están lejos de su casa sino que, por no tener no tienen ni asistencia sanitaria -salvo en el País Vasco- a pesar de que el Tribunal Constitucional le haya dicho a un Gobierno sordo que el derecho a la salud no es negociable y que no puede retirar la atención sanitaria a nadie que viva entre nosotros.

Para los que esperan justicia y no podrán acceder a ella por culpa de unas tasas que son una barrera imposible de saltar, una zancadilla al Estado de Derecho..

Para los que están sufriendo recorte tras recorte y se han quedado a la intemperie, mientras los ricos son más ricos y crecen las distancias de la injusticia social.

Para los miles de voluntarios de Caritas y de otras ONGs que estos días, como todo el año, han hecho horas extras para paliar, en la medida de lo posible, que muchos ciudadanos como nosotros no tengan nada con que celebrar la Nochebuena.

Para los que pensaban que su dinero estaba seguro en los bancos y han descubierto que no les queda nada. Ellos pagan mientras los causantes siguen en sus puestos.

Para los excluidos, los marginados, los olvidados sociales, los que han tocado fondo porque no les hemos dejado ninguna salida...

Para todos ellos, nace Dios esta noche, el Dios que apostó por el amor, la solidaridad extrema y la esperanza, el Dios al que casi todos hemos dado la espalda. Decía hace años Martín Descalzo en un hermoso poema que "desde que tú te fuiste/ no hemos pescado nada. / Llevamos veinte siglos echando inútilmente/ las redes de la vida/ y entre sus mallas sólo, pescamos el vacío". Es una sensación dolorosa.

Pero sigue viva la palabra, la esperanza, la promesa, el reto. "Sé de quién me he fiado", decía San Pablo, y sólo esta confianza y la lucha por llevar a la práctica su mensaje nos mantiene a los que nos declaramos cristianos. Celebramos el misterio del Dios hecho hombre, revivimos la fe que ha construido Europa, también esta España instalada en la increencia, pero todavía solidaria. Es una invitación a confiar en lo mejor del ser humano, a poner a las personas por encima de las cifras. O nos salvamos todos, nos decían, o no se salva nadie. Nunca ha sido más cierto. Está en nuestras manos cambiar el rumbo, vivir con dignidad, compartir la escasez. Hay que dar ejemplo. Esta noche es para la alegría, la solidaridad y la esperanza. Hagámosla explotar.

[email protected]
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios