Baja a Madrid, pero, ¿triunfará? Allá donde va el obispo emérito de San Sebastián, José María Setién (Hernani, 1928), estalla la polémica. Y ahora estallará en Madrid con la rueda de prensa que Setién va a dar en la capital española a modo de presentación de su libro “Un obispo vasco ante ETA”, de Editorial Crítica.
Un título ya polémico de por sí el elegido por Setién, debido al uso de la preposición “ante”. ¿Y por qué no “contra” ETA? Decididamente, ya le echa valor Setién.
Es cierto que Setién mantiene en su libro la tesis de que “la existencia de ETA es perjudicial para el País Vasco”. Y esa cierto también que añade que ETA “es un mal que debe desaparecer, incluso para buscar la justa solución al llamado ‘conflicto vasco’. Ha de imponerse, por ello, la necesidad de actuar eficazmente para que deje de existir, no sólo temporalmente, sino definitivamente”.
Para sus defensores, esas afirmaciones demuestran que no son propias de un “obispo nacionalista”, un “abertzale con sotana”, un “cura de ETA” o un “amigo de los asesinos”, como se le ha llegado a acusar. Pero esos defensores olvidan que Setién sigue manteniendo aún hoy que “en el fondo, los miembros de ETA son revolucionarios”, o que “hay que acercar a los presos etarras a las cárceles vascas”. Con este tipo de afirmaciones salen sarpullidos en la sociedad.
Y, claro, se obvia también que a lo largo sus veintiocho años al frente de la Iglesia vasca la posición de Setién con respecto al terrorismo de ‘kale borroka’ de Batasuna y el terrorismo asesino de ETA ha dejado mucho que desear. Incluso, dicen algunos que sus posicionamientos han sido muy poco cristianos.
En fin, que en este libro, el obispo Setién revela su propio papel como pastor del pueblo vasco, explica la génesis de ETA y su relación con el PNV, analiza la lucha contra ETA, el papel del Estado y de la Iglesia vasca, la represión, las víctimas y la situación de los presos etarras. Pero, también, brinda su visión de los caminos que han de conducir a la pacificación del País Vasco. Una visión que, desde luego, no genera demasiados consensos.
Según Setién, lo escribió porque "entendí que podría ser útil para cuantos quisieran conocer de verdad como siento y como he tratado de actuar en relación con estos temas". Según ha venido explicando Setién, los de ETA también pueden ser considerados como revolucionarios. Si se resuelve el problema de ETA no está todo resuelto, porque habría que buscar la normalización juridico-politica del pueblo vasco en relación a España.
Setién admite la tesis de la existencia de un pueblo vasco anterior a España. Para resolver el problema de Euskadi, Setién apuesta por la vía de las dos mesas, la de la política y la de la paz. Esta es la misma apuesta de la izquierda abertzale. Setién hace bastante hincapié en respetar los derechos fundamentales de las personas y ltodos los colectivos que forman parte del pueblo vasco.
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