Los diferidos de Cospedal

Ahora resulta que el marido de María Dolores de Cospedal también tenía un contrato en diferido. Se comprende así el trabalenguas de la rueda de prensa en la que trató de explicar los pagos a Bárcenas, que oficialmente ya no trabajaba para el PP. La presidenta de Castilla-La Mancha era una experta en diferidos, en pagos y en contratos; de hecho los tenía en su propia casa.

Pero ese dato que investiga la Justicia, con ser crucial, esconde otra realidad: ¿Por qué Liberbank, una entidad bancaria que recibió mil seiscientos millones de euros de ayudas públicas, contrató, si es que lo hizo entonces y no en diferido, el asesoramiento de López del Hierro? ¿Por qué se hizo en 2011, cuando su mujer ya presidía la Comunidad?

Precisamente el administrador único de Bancantabria Renting, la filial de Liberbank que efectuó los pagos a Fernando López del Hierro, ha negado ante la fiscalía la existencia de ningún contrato y sostiene que empezó a pagar al marido de Cospedal por orden de un superior.

Hay que tener en cuenta que fue Caja Castilla-La Mancha la responsable de la cuantiosa inyección de dinero público y que, una vez adjudicada a Caja Astur, necesitó esos miles de millones para su saneamiento.

Es muy difícil justificar que una Caja intervenida que precisa 1.682 millones de dinero de todos los españoles para salvarse se pueda permitir pagar un asesoramiento de siete mil euros al mes.

Los parlamentarios de Castilla-La Mancha, que vieron como se volatilizaban sus salarios por una orden de Cospedal, llevada de su ardor en el recorte del gasto público, y los más de quinientos interinos, cuyos puestos de trabajo fueron eliminados de un brochazo, deben preguntarse a estas horas la razón de tanto rigor en el cargo y tanta flexibilidad familiar.

Los primeros se quedaron sin nómina hace más de un año y solo cobran dietas y los interinos han ganado su reclamación ante la Justicia y tiene que ser readmitidos en sus cargos además de recibir los emolumentos no cobrados en este tiempo. Parece que la presidenta regional ya ha confesado que no sabe cómo resolver este embrollo que le ha creado la sentencia y culpa a los tribunales de impedir que la Junta preste servicios básicos como Sanidad o Educación. Prestaciones tan recortadas que en lugar de derechos parecen beneficencia.

Es evidente que los duros "ajustes" padecidos por la ciudadanía de Castilla-La Mancha no iban en consonancia con el nivel de ingresos, propios y familiares, de su presidenta, María Dolores de Cospedal, ya que esta aplicaba la doble vara de medir según se tratara de administrar el dinero público o el privado. Puede, también, que no se  enterara, como viene ocurriendo últimamente con destacadas consortes de la procedencia de los ingresos de sus parejas.

En cualquier caso, pese a que asegura que tanto ella como su marido siempre han actuado dentro de la legalidad, quedan muchas preguntas por aclarar.