Consejo a emprendedores: "No den más vueltas, empiecen ya"

Pese a estar involucrado en emprendimientos de alta complejidad y gran impacto en su natal Israel, Harry Yuklea no es de los que esconden estrategias. Este ingeniero de profesión, investigador y profesor de Finanzas y Economía Empresarial de la Innovación en el Techinon (Instituto Tecnológico de Israel) está obsesionado con el nexo entre educación y cultura de la innovación. Cree que hay que empezar desde la escuela primaria. Y a eso vino a la Argentina traído por la universidad de San Andrés. En seminarios colmados por emprendedores jóvenes les dijo: "No den más vuelta, empiecen ahora a concretar sus ideas".
En su visión, el ambiente emprendedor es una familia compuesta por universidades, el Estado y el sector privado. También vincula el desarrollo de la cultura emprendedora a la adversidad: "En Israel sudamos la gota gorda", dice para explicar cómo un país desértico se especializó en el manejo del agua y logró independizar su agricultura de las lluvias. "Hoy Israel le regala agua a Jordania", cuenta.
Yuklea asegura que las políticas públicas son fundamentales. Y cita la decisión de que los centros de investigación y desarrollo crezcan y permanezcan en Israel. "Cuando Facebook quiso comprar a la firma israelí que inventó el GPS en US$ 1.000 millones, no pudo porque quería mudar el centro de investigación a EE.UU. La adquirió Google que instaló su primer centro de investigación fuera de EE.UU. y lo hizo en Israel. Facebook abrió el suyo en Tel Aviv más tarde".
Technion acaba de desembarcar en China mientras multiplica intercambios con estudiantes de casi todas las latitudes. Argentina está incluida en sus programas y los intensificará a juzgar por las reuniones que mantuvo Yuklea con funcionarios de Cristina y de Mauricio Macri. No es la primera visita al país de Yuklea, profesor en la ORT de Montevideo. Y advierte que aquí hay adversidades como la inestabilidad de la economía. "Pero hay mucho entusiasmo por emprender", observa.
A Israel se lo considera precisamente un país de emprendedores. "La falta de recursos naturales junto a un buen nivel educativo, políticas públicas y la llegada en los años 90 de un enorme contingente de ingenieros y científicos rusos lo hicieron posible", señaló.
La alta tecnología aporta el 50% de las exportaciones israelíes en un proceso que elevó el PBI per cápita de US$ 6.000 a 30.000 en 20 años.
Otro dato: el 9% de su fuerza laboral son científicos.


(Por Silvia Naishtat)