Pedro Ruiz y los europarlamentarios

Lo peor de este cafre no es que sea cura sino que tenga un púlpito. Ignorantes los hay en todas partes y esta nueva Iglesia debería impartir la debida formación profesional a su gente.
 
A nadie escapa que la Iglesia no comparte ni medianamente las barbaridades machistas, incultas e inaceptables del tal párroco Pedro Ruiz. Este botarate, que aún habrá de dar juego a más de un talk show, debería haber sido desautorizado con la más inapelable contundencia y acto seguido debería trasladársele temporalmente para un curso de cultura general y Doctrina Social Cristiana.
 
La política de Tolerancia Cero con la violencia es necesaria en todos los ámbitos de la vida, pero de nada sirve si no entendemos que buscamos un bien espiritual obvio en sociedad: la igualdad entre ciudadanos. El cura Ruiz, un bocazas con micrófono, se vino arriba el domingo impartiendo la misa de Primeras Comuniones de Canena, Jaén.
Debió hablar del significado de la Comunión, del milagro que supone para los cristianos y de la importancia de esforzarse durante la semana para merecerla el domingo. Debió hablar a los niños de su inocencia nueva todavía y que tienen que acordarse siempre de cómo se sentían. Pero no; se vino arriba y en lugar de hacer su trabajo con diligencia se emborrachó de ignorancia, osadía, engreimiento y exhibicionismo y demostró la pésima preparación intelectual que tienen muchos de estos ¿pastores?
 
La medianía es el signo de los tiempos. La campaña electoral está a punto de comenzar y las sandeces de candidatos y adláteres ya se multiplican como setas. Desde la chorrada neocatecumenal de Valenciano a las frases hueras de González Pons pasando por la moralina cínica de Arias Cañete, el hombre afable, papanoélico y gafapastudo que se pasea por las televisiones presentándose como le Grand Connaisseur Europeenne, preparando el camino para su ascenso al comisariato.
 
Si estas elecciones tuvieran un sentido real los ciudadanos podríamos votar a partidos paneuropeos con programas globales y proyectos europeistas sensatos. En estos momentos, a qué engañarnos, de lo que se trata es de rifar puestos, puestecitos y puestacos en un parlamento que es un chollazo: 85.000 €/año de sueldo base, vivienda y dietas por desplazamiento aparte, cinco años de legislatura, indemnización posterior de entre 6 y 24 meses y, lo mejor, solo trabajan cuatro días al mes. El resto del tiempo el parlamento europeo permanece cerrado. http://www.youtube.com/watch?v=dWh5NFzZso8
 
Esta vez la burra a vender es que elegimos al presidente de la Comisión -menuda falacia- y la cantinela de que nuestro devenir se decide en Europa, cual si el europarlamento tuviera eficacia alguna sin el permiso de Frau Merkel.
 
¿Abstenerse o votar? Difícil cuestión. Creo en mi deber ciudadano, pero también creo en que si me toman el pelo reiteradamente algo de culpa debo tener yo. Votar entre PP y PSOE, entre socialistas europeos y conservadores europeos, es mantener el statu quo y apuntalar un sistema agotado pro se en el que los que van a europarlamentar no son más que prebendados a quienes regalamos 8.000 euros mensuales por tocarse la higa 26 días. Desde luego, conmigo que no cuenten.
 
Estoy valorando seriamente opciones minoritarias asentadas, como EQUO. Entiendo y espero que sean muchos, millones, los que se decanten por Ciudadanos, UPyD, VOX, Izquierda Plural y hasta ese engendro pro-fuga de Elpidio Silva llamado RED (y no se me malinterprete: estoy total y absolutamente contra la impunidad insultante de que goza Miguel Blesa).
 
El sistema parlamentario europeo es un robo de White Collar, pero se puede desmontar la falacia simplemente haciendo de los minoritarios partidos mayoritarios en el parlamento. Para conseguirlo lo único que hace falta es votarlos. No existe el Bossón de Higgs del PPSOE, lo que existe es una burda trampa matemática para aglutinar votantes valuando los escaños en más o menos votos según a quien se vote.
 
Pedro Ruiz cura es un incompetente y un mediocre; un Salgado en mi particular mitología y su actuación fue inadmisible lo diga el juez Galindo, el presidente Agamenón o su porquero Pascua y ahora nos disponemos a enviar a la licenciada Vidriera y al Honrado Juan de luxurious holiday por 5 años a Estrasburg's Resort. Desde luego, no será con mi connivencia.