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Crispación y solidaridad

Crispación y solidaridad

lunes 19 de mayo de 2014, 16:48h

No es ninguna noticia que los ánimos andan revueltos, que los ciudadanos de este país sufren una crispación tremenda a causa de la impotencia que genera la injusticia, que muchas veces es mayor el sentido común y morderse la lengua a tiempo, que andar calentando la sangre para que en cualquier momento surja una desgracia.

Los políticos, todos, se extrañan, se incomodan y hasta se enojan, porque no son capaces de entender que exista tal grado de crispación en la sociedad. Les asombra sobremanera que un anciano afectado por las preferentes les insulte en plena calle y hasta haga apología del asesinato. No entienden, o no quieren entender, que los afectados por las hipotecas les hagan cómplices de los bancos en tamaño desastre, y de que no se cumplan a rajatabla las sentencias judiciales. Les enerva que cualquier ciudadano se atreva a pedir la dimisión de los corruptos, de los que meten la mano en la caja, de los que cobran supuestamente de manera ilegal, de los que hacen chanchullos con sus familiares para salir beneficiados en los negocios. Vamos, que no admiten ni comprenden que el pueblo los quiera ver en la guillotina, aunque no tengamos por aquí cerca ninguna plaza de la Bastilla.

La crispación se está volviendo a cada paso más generalizada. Si en cada amanecer salta un nuevo caso de corrupción o alguna tropelía que afecta a los ciudadanos, es lógico y comprensible, se pongan como se pongan nuestros representantes políticos, que las gentes estallen y pidan, si no soluciones; cabezas.

La última actuación desproporcionada y descabellada, es la que han protagonizado los concejales del Partido Popular en el ayuntamiento de Toledo, al abandonar el pleno en el que se iba a tratar un tema que afectaba a familiares de niños enfermos de cáncer, en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo, dejando una clara evidencia de lo poco que importan los ciudadanos mientras no sea a la hora de pedir el voto, claro que los niños enfermos de cáncer al ser menores no votan, debe ser eso.

Frente a la crispación comprensible, entendible y plausible, que por desgracia va a seguir en el alma de los españoles por bastante tiempo más, o hasta que un día la gota colme el vaso y se acaben todos los despropósitos juntos, como digo, frente a esa crispación se encuentra la solidaridad. La que ejercen los ciudadanos anónimos en la calle, en el metro, en cualquier lugar donde se extiende una mano pidiendo ayuda. La que ofrecen organizaciones no gubernamentales -por supuesto- y que hemos visto en días pasados, cómo la solidaridad individual es capaz de ayudar a la solidaridad general, en el tremendo caso del Banco de Alimentos, donde se les reclamaba una cantidad económica tan importante, que sería capaz de mantener a cien familias un año entero.

La solidaridad, el hambre, la injusticia, la decencia y el compromiso, son las armas con las que lucha una sociedad desamparada, una sociedad que no tiene el apoyo ni la ayuda de nadie, una sociedad moribunda y desasistida por un sistema corrupto, donde todo es mentira, desde la A hasta la Z, desde el Alfa hasta el Omega, desde la noche oscura a la noche que no duerme, porque todo es tristeza y desidia la que generan aquellos que tienen el compromiso de velar por la defensa de una sociedad crispada, una sociedad al filo justo del abismo, una sociedad que se alegra de la desgracia ajena, -cuando se trata de un político-, como un acto general de protesta. Como un grito desgarrado en una noche silenciosa.

"El alma de mi pueblo es medieval", dice con cierto orgullo Unamuno. Pero el alma medieval de este pueblo no es sumisa, no paga derechos, porque nació libre, porque obtuvo la plena expresión de su altivez en enfrentamientos armados que la han vuelto vulnerable, pero no por el miedo, si no por la expresión desgarrada y suprema de la decencia. De nada sirve abrir debates tratando de buscar soluciones, el único debate que existe, es el que diferencia o une, según se mire, la crispación y la solidaridad.

Ismael Álvarez de Toledo

Escritor y periodista

http://www.ismaelalvarezdetoledo.com

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